Voy a rodearme de muuuucha gente que trabaje para mí y me pase la pelota para hacer goles durante 103 minutos sin descanso. Voy a ponerme en el centro y que todas las luces me apunten. Los micrófonos bien abiertos, que tengo un montón de frases súper-ingeniosas. La gente pica por ahí y no por lo bien o mal que actúo, por suerte eso no me lo exigen.

El guión va a ser inverosímil, enredado, inocente, tonto, repetitivo, plagado de artificios palpables, como si yo fuera un principiante en esto, total es una comedia y la idea es hacer reír, pasar un rato agradable y que además el público salga del cine pensando en lo bueno que soy. Nadie tiene por qué exigirme nada más y ya sé de antemano que muchos dirán que por tratarse de mí “la peli es genial”. Esta vez también va a funcionar.

Eso sí, por las dudas voy a poner a una actríz muy buena (Helen Hunt), que elevará a mi peli. y le dará el prestigio que en realidad no tiene. Le daré bastante cámara, no vaya a ser que conmigo solamente termine fracasando. Por supuesto, todos los secundarios estarán ahí en constante adulación, sosteniéndome para que no me caiga.

Seguiré poniendo mi cara de tonto aunque no lo soy, y mostrando inseguridad y debilidad (lo que además me sirve para tapar mis baches actorales), ya que esta moto la vengo vendiendo con éxito desde hace años.

Si después de esto me va mejor de lo que esperaba, estupendo porque sigo reforzando el mito. Sé a priori que con los elementos que pongo en juego mal no me va a ir, a lo sumo salgo “hecho”.

En el peor de los casos (que no ocurrirá), de todas formas se me perdonará. Mis seguidores continuarán llenándose la boca con la palabra “inteligencia”, y repitiendo mis frases ingeniosas como si fueran realmente geniales. Después de todo soy eso, un tipo habilidoso.