Octava entrega de la saga, (séptima si no contamos con la tercera entrega que no tiene que ver nada), una entrega que es secuela de H20 estrenada cuatro años antes que esta y que supone una continuación totalmente innecesaria (junto con casi todas las anteriores) puesto que a Michael Myers le cortó la cabeza Laurie, una Jamie Lee Curtis que sigue estando en esta entrega.
Una película que nos presenta un primer cuarto de hora, veinte minutos, que la verdad me ha gustado bastante, porque sigue la historia del final de la anterior entrega y hay un nuevo duelo entre Laurie y Michael bastante atractivo de ver, aunque los genios de los guionistas, nos han metido una historieta en los primeros minutos haciéndonos creer que Laurie no cortó la cabeza a Michael sino a otra persona, un giro de guion tremendamente forzado para que haya otra entrega más, con una batalla entre los dos que termina de forma algo sorprendente y si se hubiera acabado allí la película creo que habría sido un corto llamativo, pero después la película se vuelve un slasher medio tonto, con un grupo de jóvenes salidos que van a la casa de Michael Myers a pasárselo bien en un programa, haciendo que sepamos lo que va a pasar: Michael Myers matando uno por uno, en orden de tontudez a los protagonistas, con las típicas bromas entre ellos pero que luego no son bromas, un intento de follar en la casa en mitad de programa y un tío que se disfraza también de Myers para cundir el pánico, por no hablar de la incoherencia de no hacer algo con la casa de Michael la policía o el gobierno, no sé, quizás ¿destruirla?, entre medias nuestro Michael está como gato panza arriba, diciendo para dentro de sí: “Menudo festival me voy a meter con estos palurdos”, con unas muertes que la verdad no son malas, tienen su punto, con un par de sustillos y bastantes apariciones, haciendo que la película por lo menos sea entretenida con algunos momentos de tensión aunque sepas lo que va a pasar, con un final y una técnica de kárate de uno de los protagonistas a Michael incluida que te ríes un poco, que no ha estado mal del todo, el problema viene en la escena final, que de nuevo se las ingenian para hacer un nuevo giro sorprendente que ningún espectador se podría haber imaginado: “Michael no muere”. Haciendo en definitiva, una entrega medianamente entretenida, con un buen comienzo entre una nueva lucha entre Laurie-Michael que termina de manera cerrada, (aunque un guion forzadísimo para que Michael siga vivo que no se lo cree nadie) para después ver un slasher típico con un puñado de personajes que sabes desde el sofá de tu casa quién va a morir por orden, siendo previsible, con diálogos tontos y algunas escenas que provocan más risa que terror, con un final algo más decente (con un susto incluido), así como las muertes, pero dejando de nuevo las puertas abiertas a otra saga más y menos mal que pararon de hacer entregas y entregas, ya que después vinieron las dos de Rob Zombi; una octava entrega que aunque tiene sus pequeñas cosas positivas, es totalmente innecesaria y ya resulta plasta ver siempre lo mismo y ya en esta entrega a veces parecía estilo a “Scary Movie” y eso que la anterior de “H20” me resultó convincente.