Película islandesa con Mads Mikkelsen de protagonista, en una aventura de supervivencia en el Ártico, que tiene sus puntos positivos, pero que acaba siendo igual de monótono y aburrido como si fueras tú el que estuvieras perdido allí. Una película que cuenta con un único actor, a ratos dos, en todo el metraje, lo que hace que sea una de estas películas que, o tiene un guion dinámico, o la película se va haciendo aburrida ella sola y en esta ocasión es lo segundo, básicamente porque lo que cuenta es lo que uno se imagina que pase cuando se pierde en el Ártico, tienes que pescar, tienes que abrigarte, tienes que conectar la radio por si alguien te oye alguna vez o tienes que poner en grande la palabra SOS en algún punto para que alguien te vea, en resumidas cuentas, es una película que no ofrece ningún sobresalto, ninguna emoción, ninguna originalidad, con un final totalmente previsible. Aunque tiene sus cosas positivas, como una buena actuación de Mikkelsen, que ejerce muy bien el sufrimiento de estar allí solo sobreviviendo o los enormes paisajes que se ven y hacen que parezca que estás allí, pero la realidad es que estamos ante una película sosa, sin apenas emoción, donde todo se mueve dentro de la previsibilidad y haciendo que con el paso de los días, casi ni te acuerdes de ella.