La película nos muestra al joven George Bailey en diversos momentos de su vida, vistos por un original grupo de estrellas que no son otros que Dios, San José y el ángel de segunda clase Clarence, cuyo objetivo en la vida es ganarse el derecho a portar alas. George crece como cualquier otro niño, salvo por la única diferencia de que dedica su esfuerzo en proteger y cuidar a los demás. Cuando su hermano pequeño Harry cae al agua helada, George salta sin pensárselo al frío lago para salvarlo, perdiendo así la audición de su oído izquierdo. También mientras trabaja en una farmacia evita que el dueño, en un acto de locura, venda medicamentos envenenados a un niño. Todas estas escenas son muy importantes en esta historia.

Una de las escenas más importantes viene cuando termina la universidad, de la que sale enamorado de la joven Mary y con el dinero suficiente para abandonar el pueblo, su sueño más preciado. Pero entonces su padre fallece, y la compañía que deja a cargo del tío de George, Billy, corre el peligro de quedarse a cargo del avaricioso Potter. Para evitar que Potter haga lo que le plazca con su empresa, George renuncia al dinero, que regala a su hermano, y hereda la compañía. Esta escena demuestra de lo que es capaz Bailey por el bien común, antes que por el suyo propio.

Más tarde, el día de su boda con Mary, sucede otro hecho importante: la crisis del 29 amenaza con empobrecer a toda la ciudad, queriendo así todos recuperar su dinero invirtiendo en la compañía del señor Potter. George Bailey no duda en perderse su viaje de bodas, en regalar todo el dinero que tenía para el viaje en un intento de salvar a todos los habitantes de su pueblo. A George no le importa perder, una vez más, su sueño, y solo para conseguir la felicidad de todos los demás.

Pero... ¿qué hubiera pasado, entonces, si George Bailey no hubiera hecho nada de esto, sencillamente, por no haber nacido? Esto mismo se pregunta George, ya casado y con cuatro hijos, el día de Nochebuena, cuando pierde una importante suma de dinero (¡8000 dólares!) y descubre que todo por lo que ha luchado, todo por lo que ha trabajado renunciando a sus propios intereses, va a caer. Lo que más rabia da de este hecho es que el odioso Potter sea el que ha robado el dinero, y que los espectadores lo sepan lo hacen un personaje la mar de despreciable. En un acto desesperado, decide quitarse la vida saltando por un puente, pero... bueno, aquí viene la historia más famosa relacionada con esta festividad además del "Cuento de Navidad" de Charles Dickens.

El Ángel Clarence aparece (personaje bastante divertido, la verdad), usa sus poderes para hacer realidad el pensamiento de George, y la ya tan usada historia aparece. Para que contarla, un resumen basta: Potter ha ganado el control de la ciudad y todos los amigos de Bailey han fracasado en la vida o, en el caso de su hermano, ha muerto.

Hasta aquí me sabía más o menos la historia. Pero cuando George regresa al mundo real, no me esperaba el final. Sí, estaba en quiebra, y por tanto se veía venir que al final iba a triunfar el mal/Potter, pero Mary hace una colecta para ayudar a su marido y todo el pueblo, todo el pueblo al que George ha ayudado durante toda su vida, cede un poco de su dinero, logrando así salvar la deuda de George y convirtiéndolo en el hombre más rico de la ciudad.

He aquí la lección más importante de la película. No debes trabajar por tu bien personal, sino para el beneficio del resto del mundo, superando todas la penurias que puedan pasarte de todos modos. George iba a perder su casa, su empleo, y quizás a su familia, pero estoy seguro de que, habiendo visto lo que iba a ocurrir sin él, iba a perder su vida con orgullo y satisfacción; pero olvidaba que la bondad está en todas partes, y recibió lo que merecía por todas sus buenas acciones en su vida. Es un buen ejemplo de como debíamos dedicar nuestra vida al servicio de los demás.