Disney jugando a ser Pixar.

Película de animación para todos los públicos. Contiene una historia sencilla de aventuras con una primera moralina (en la capa superficial) orientada a la superación personal y al destierro de los prejuicios, que los niños pueden apreciar.

Por otra parte es una grata sorpresa comprobar, en sus diversas capas interprétativas, mensajes más elaborados y maduros con los que los adultos pueden disfrutar. Hay una lectura ácida sobre los roles de las multiples clases sociales del tiempo en que vivimos. Las metáforas sociales y políticas tienen cabida sustentadas en el miedo (y las formas de manipular con ello), el conformismo y la dominación.
Para colmo la película está trufada de referencias cinéfilas (ese guiño a Breaking Bad es impagable).

Si los adultos perdonan esas pequeñas concesiones que el film hace para atraer al mundo infantil podrán disfrutar de un entretenimiento de alto voltaje.