Calamidades entre las que destacan Matthew Broderick como un timorato con muchas deudas, un divertidísimo Eddie Murphy como delincuente de poca monta que trata de aleccionar al resto del grupo y con un Ben Stiller como cabecilla que intenta vengarse de su antiguo jefe (Alan Alda) cuando le deja de patitas en la calle y descubre que éste no es tan buena persona como parecía sino que es un auténtico ser sin escrúpulos.
Junto a Casey Affleck y algún otro secundario idean un plan tan inverosímil como gracioso para intentar desenmascarar a uno de los hombres más ricos e influyentes de la ciudad.
Bien interpretada y con diálogos ingeniosos.
Lo mejor el personaje de Eddie Murphy y la escena del robo del coche.