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España España · Málaga
Voto de JRBoxó:
9
Drama Habiendo sobrevivido más que sus contemporáneos, el anciano "Lucky" se encuentra en el tramo final de su vida, donde se verá impulsado a un viaje de autodescubrimiento. (FILMAFFINITY)
8 de mayo de 2018
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película dirigida por John Carroll Lynch con Harry Dean Stanton como protagonista de este casi su testamento cinematográfico personal. Lucky nos coloca ante la extrema senectud pues el personaje y el actor se encuentran en la novena década de sus vidas. Simone de Beauvoir afirmaba que uno de los problemas de la vejez es que el anciano se queda sin interlocutores contemporáneos. Sobrevivir a todos es quedarse sin nadie. Lucky está solo pero no aislado pues mantiene una red social de amistades que lo estiman. Otro tema que nos hace meditar es el desfase que vive el anciano entre un yo que no envejece, que permanece joven amante de la vida, y un organismo decrépito que no responde al deseo y tampoco lo despierta. Es muy bella la escena de la fiesta mexicana cuando Stanton canta con brillo en los ojos “Volver, volver a tus brazos otra vez”. Es esta conciencia despierta y atenta tanto al mundo interior como al exterior, la que marca nuestra vida y la que tiene que enfrentar la muerte. Lucky confiesa que tiene miedo. Las respuestas a esta pregunta, ¿Por qué nos asusta la muerte?, es múltiple y rica de acuerdo a las perspectivas desde las que contestemos. Si miramos a la naturaleza todos los seres vivos temen la muerte violenta y precipitada y se defienden de ella con angustia y terror. Sin embargo observamos que los animales mueren de viejos sin miedo aparente. Para la mayor parte de los humanos perder la vida y la conciencia de estar vivos es muy doloroso porque abandonar este hermoso espectáculo no es fácil. Sin embargo, para algunos el espectáculo no merece la pena y buscan la muerte como solución. Morimos en un contexto de creencias religiosas e ideológicas que influyen decididamente en el modo de enfrentar este trance. Lucky es ateo, intenta sujetarse estoicamente a la realidad de su próxima extinción de la que le llegan señales frecuentes. Pero tiene miedo. En el mundo occidental cristiano la amenaza del infierno intranquiliza muchas conciencias en este delicado momento. Pero no es el caso de Lucky, el teme la extinción. Unamuno afirmaba que tenía más terror a la nada que al infierno, a dejar de ser que ser sufriendo. No sé. Lucky encuentra cierta paz en asumir, como los niños budistas ante las invasiones tenebrosas de las guerras, la muerte con una sonrisa de resignación que vuelve al ser en sí, sin conciencia. El ladrón en la cruz quiere una paz que provenga del encuentro con un padre celestial en el paraíso. No renuncia a un ser con conciencia. Sugestiva película para seguir hablando de la vida y de la muerte.
JRBoxó
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