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Voto de Sines Crúpulos:
7
Drama Massachusetts, años 80. Dicky Eklund (Christian Bale), un boxeador con talento pero conflictivo, intenta redimirse entrenando a su hermano menor. En sus buenos tiempos había sido el orgullo de su ciudad natal por haber tumbado una vez al campeón del mundo Sugar Ray Leonard; pero después vinieron los tiempos difíciles en los que se hundió en una peligrosa mezcla de drogas y delincuencia. Mientras tanto, su hermano Micky Ward (Mark ... [+]
5 de febrero de 2011
32 de 44 usuarios han encontrado esta crítica útil
La sombra de The Wrestler, de Aronofsky, pulula desde antes de ver la peli en cuestión.
Para empezar, el título en castellano de aquella ha obligado a dejar el de ésta en inglés. La imaginación de los tituladores es infinita y bien podrían haberla llamado “La irlandesa peleona” o “Este tío es un Crack”, en un alarde de inventiva y manejo de los doble sentidos. Así que nos podemos dar con un canto en los dientes.

También el heavy de décadas pasadas mete adrenalina a la acción: Whitesnake, Led Zeppelin… quedó bien la combinación en la otra, y queda bien en ésta.

Los suburbios de fondo, aunque siempre acompañaron a las películas de boxeo, son tratados de manera similar en ambas.

Y por supuesto, 2 actuaciones soberbias, bien distintas, una solemne por parte de Rourke y otra espídica en Bale, forman el trazo grueso de la historia.

Y aunque en mi opinión The Wrestler llega un poco más lejos, tampoco es cierto que no haya nada en ésta que no tuviera aquella: los movimientos de cámara son más formales, la fotografía algo más frondosa y el conjunto de personajes secundarios, más variado. No está Marisa, pero están las dos mil hermanas irlandesas del cerdito y el camaleón, que tienen cara de irlandesas, modales de irlandesas y pintas de irlandesas. Es decir: pelos ochenteros, grasa blanca, ropas de mercadillo, blasfemias a cascoporro y caras asimétricas. Lo más logrado de la peli.

Sólo 2 errores gruesos:
Belle Epoque, aunque sea realmente el puntazo en la peli, es acusada de gafapastismo. No es el error de la película en sí, sino de los americanos, que están tan blockbusterizados que a cualquier cosa con subtítulos le tildan de intelectual.

Entre irlandeses nadie se llama por el nombre o por el apellido, se llaman SIEMPRE por nombre y apellido. Esto es así, y choca cuando no sucede.
Sines Crúpulos
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