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Voto de Sines Crúpulos:
3
9 de febrero de 2010
73 de 139 usuarios han encontrado esta crítica útil
Insufrible.
Jean Arthur, un botijillo al que no silbaría ni un albañil por la calle, se supone que entra rompiendo braguetas en un garito de pilotos que no están en huelga. A uno de ellos, que no ha parado de decir frases graciosas desde que ha empezado la película, le envían donde le corresponde: a la muerte. Desde tierra le animan a que vuelva, pero él en su avioneta es feliz y no hace más que decir: "cuando aterrice le voy a dar a la rubi lo que se merece" Su novia, como es mexicana y no es rubia, chitón. El tío la palma, gracias a Dios, y la mexicana le llora. Muy edificante. Hawks era todo un señor.
Total que todos los personajes niñatos de frases estúpidas tienen que seguir palante como si no hubiera pasado nada, pero la rubi insiste en dar la brasa. Una señora que no ha conocido al tontolaba ese más que media hora por Skype entra en una profunda depresión, que sólo Cary Grant, con su sombrero de payaso y su cogote de jíbaro, podrá curar con un beso en la barbilla.
A todo esto, las mujeres aquí son lo de menos, lo que importa es la amistad, la camaradería, que junto a la heroicidad, constituye la pareja de cualidades que distinguen a un piloto. Viva Ryan Air. Entonces todos se animan, y se hunden, y se vuelven a animar, y tienen diálogos infantiles continuamente para pasar el rato, y todo se va haciendo cada vez más infantil hasta que aparece Rita Hayworth, otra muesca en el revólver del jíbaro, y las chicas se ponen celosas, y Cary es el rey, reparte la pana, y no se le nota el culo gordo, y Hawks me cae fenomenal, me gustan muchísimo todas sus películas.
Jean Arthur, un botijillo al que no silbaría ni un albañil por la calle, se supone que entra rompiendo braguetas en un garito de pilotos que no están en huelga. A uno de ellos, que no ha parado de decir frases graciosas desde que ha empezado la película, le envían donde le corresponde: a la muerte. Desde tierra le animan a que vuelva, pero él en su avioneta es feliz y no hace más que decir: "cuando aterrice le voy a dar a la rubi lo que se merece" Su novia, como es mexicana y no es rubia, chitón. El tío la palma, gracias a Dios, y la mexicana le llora. Muy edificante. Hawks era todo un señor.
Total que todos los personajes niñatos de frases estúpidas tienen que seguir palante como si no hubiera pasado nada, pero la rubi insiste en dar la brasa. Una señora que no ha conocido al tontolaba ese más que media hora por Skype entra en una profunda depresión, que sólo Cary Grant, con su sombrero de payaso y su cogote de jíbaro, podrá curar con un beso en la barbilla.
A todo esto, las mujeres aquí son lo de menos, lo que importa es la amistad, la camaradería, que junto a la heroicidad, constituye la pareja de cualidades que distinguen a un piloto. Viva Ryan Air. Entonces todos se animan, y se hunden, y se vuelven a animar, y tienen diálogos infantiles continuamente para pasar el rato, y todo se va haciendo cada vez más infantil hasta que aparece Rita Hayworth, otra muesca en el revólver del jíbaro, y las chicas se ponen celosas, y Cary es el rey, reparte la pana, y no se le nota el culo gordo, y Hawks me cae fenomenal, me gustan muchísimo todas sus películas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Me tragué los comentarios de Garci y su tropa, para ver como babeaban con gilipolleces infantiles y fue demencial. Fue absolutamente falso. En el ambiente se notaba la tensión. Entre los halagos a las divas y los divos, se palpaba que en cualquier momento alguno iba a sincerarse y sentenciar:
"Tras la quincuagésima revisión, me acabo de dar cuenta de que esta película es una gilipollez de cabo a rabo"
"Tras la quincuagésima revisión, me acabo de dar cuenta de que esta película es una gilipollez de cabo a rabo"