He aquí una película con mayúsculas, en la que se demuestra que no es necesario un gran presupuesto para hacer una buena película. Basta con inteligencia, originalidad y talento, que es lo que esta película rebosa.
En una atmósfera tensa y agobiante, S.Lumet nos sumerge en el debate de los miembros de un jurado en Estados Unidos, de los cuales depende nada mas y nada menos que la vida de un ser humano. Todos los miembros del jurado están de acuerdo en que es culpable, salvo una excepción. La del elocuente y sensato personaje que interpreta Henry Fonda quien, en una magnífica interpretación, Intenta hacer cambiar de opinión a los miembros del jurado, al margen de que las pruebas parezcan concluyentes. El magnífico director logra que el espectador dude y participe en el debate, logra que crea que esta alli, entre ellos, decidiendo si un chico de solo 18 años merece o no morir. Y lo hace de una forma magistral, con primeros planos que nos sumergen en el pensamiento de cada personaje, personajes que están caracterizados e interpretados de una forma genial. Así contamos con el pasota, el "sin personalidad", el metódico, el energúmeno, etc.

Una crítica inteligente y mordaz al sistema judicial americano. ¿Que hubiera pasado si él no hubiera estado allí?

Sin duda una gran opción si se desea ver buen cine. Una película que no defraudará a quien pueda prescindir de grandes efectos especiales y decorados para apreciar una película. En definitiva, una obra maestra.