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Voto de Aitor Divasson:
8
Fantástico. Acción. Thriller Ambientada en los años 50. Una chica es internada por su padrastro en una institución psiquiátrica para que le practiquen una lobotomía. Mientras espera, su imaginación crea una realidad alternativa que podría salvarla de su dramática situación. A partir de ahí, la joven comienza a preparar su fuga, cuyo éxito depende del robo de cinco objetos. (FILMAFFINITY)
1 de mayo de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas que había visto hasta ahora de Zack Snyder eran tan solo adaptaciones de otras obras: remakes de películas de los 70 ("Amanecer de los muertos") o adaptaciones a la gran pantalla de novelas gráficas famosas ("300", "Watchmen"). Aun no había visto nada que fuera realmente "made in Snyder" al cien por cien. Hasta ahora. Y he de decir que Sucker Punch, dirigida, escrita y producida por él, me ha dejado, cuanto menos, sorprendido.

Una chica es acusada injustamente de haber matado a su hermana por su padrastro, poco después de la muerte de su madre. De esta manera, le internarán en un hospital psiquiátrico, donde en tan solo cinco días le practicarán una lobotomía. El que salga viva de allí o no dependerá del plan de escape que ella y otras cuatro chicas han diseñado salga adelante o no; plan para el que necesitaran encontrar cinco objetos distintos.

La película se divide en tres realidades distintas. La primera de ellas: la cruda y dura vida real; realidad con la que empezará y terminará la película, regalándonos así una primera escena de lo más brillante, en la que se nos cuenta un poco los sucesos que llevaron a que Babydoll, la protagonista, acabe en el psiquiátrico. Una excelente puesta en escena que ya nos deja ver la excelente dirección artística de la que va a hacer gala la película.

Una vez en el psiquiátrico se nos presenta la segunda realidad, la que se crea en la mente de Babydoll, en la que prácticamente todas las chicas allí internadas son, cuanto menos, esclavas, obligadas a limpiar, ayudar en la cocina, bailar para peces gordos como el alcalde o ejercer la prostitución. Ésta es la realidad protagonista, aquella en la que pasaremos más tiempo, y es aquella en la que desarrollan el plan de huida, valiéndose de las habilidades para el baile de la protagonista. Baile que, por cierto, nunca llegamos a ver, ya que cuando esta baila la película nos transporta a la tercera realidad.

En esta tercera y última realidad todo cambia, ya que si el resto de la película tira bastante más hacia géneros cercanos al drama, en esta realidad tira más hacia otros terrenos: en esta realidad las chicas son unas superguerreras que armadas con escopetas, katanas y pistolas se dedican a matar a samurais gigantescos que poseen ametralladoras gatling, nazis levantados una vez de muertos, orcos, dragones e incluso unos robots de lo más molones, para así conseguir todo lo necesario para la huida del centro.

Es un cambio total y absolutamente drástico, lo se, pero le da a la película un toque especial, un toque único que la diferencia del resto del cine que podamos ver. Puedo asegurar y aseguro que nunca, nunca, nunca, habéis visto nada que se parezca lo más mínimo a lo que vemos con "Sucker Punch".

Y es que lo más loco que podemos encontrar en esta película no son las pacientes internadas en el psiquiátrico, sino la película en sí. Es una total y absoluta locura que carece prácticamente de sentido. Es una parida de la ostia, una ida de olla, ¡pero menuda ida de olla! Hora y diez minutos que sirven de excusa para que disfrutemos como unos críos de la otra media hora, media hora con dos únicos objetivos: entretener y dar espectáculo.

Para eso Zack Snyder se aprovecha de la estética que da a toda la película y la dota de un buen chute de energía gracias a los increíbles efectos especiales con los que cuenta, gracias a unas excelentes escenas de acción y gracias a una banda sonora que está fuera de lugar, haciendo que los años 50 se muevan al ritmo del rock alternativo.

"Sucker Punch" es una película hecha sabiendo que va a ser odiada, sabiendo que la crítica le va a echar mierda por todas partes (pese a que las críticas mejor valoradas de esta página le otorguen notazas), pero es una película necesaria. En un mundo en el que cada vez parece dársele menos importancia al entretenimiento, el cual debería de ser la base de cualquier película, en favor de otros aspectos, aparecen pequeñas joyas como ésta para recordarnos que aun hay esperanza.

Por esa razón le otorgo un ocho. No, no es una película de ocho, como tampoco lo son muchos dramas que la gente parece venerar tanto. Si le doy esa nota es, en parte, para equilibrar la balanza. Y porque siempre me han gustado las películas que mezclan la realidad y la locura a modo de paranoia. Y porque consigue transmitirnos un mensaje mucho más esperanzador del que muchas películas podrían alardear: que mientras Zack Snyder siga con vida, tenemos entretenimiento puro y duro para rato.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Aitor Divasson
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