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Voto de Lafuente Estefanía:
6
Western. Aventuras Años después de haber conocido a los sioux, Lord John Morgan (Richard Harris), infeliz y aburrido en su Inglaterra natal, conoce la noticia de que los territorios sagrados de sus amigos indios van a serles arrebatados por el gobierno. Dispuesto a ayudarles, John Morgan, conocido como Caballo, decide regresar a América para dirigirse hasta las lejanas tierras de los Cara Amarilla... El gran éxito de las aventuras de un inglés entre los ... [+]
3 de agosto de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con esta frase del título se despide el ayuda de cámara de Lord John Morgan (Harris) cuando, aburrido de su existencia, decide recuperar tres años después de abandonarla su personalidad de indio sioux, Caballo, en la tribu de los manos amarillas, precisamente en el momento en que estos son expulsados de sus territorios por los indios crows azuzados por los cazadores blancos que se están asentando en el territorio sobre el año 1830.
Pero la crisis social y espiritual de los manos amarillas es mucho más profunda de lo que parece y no puede resolverse con la buena voluntad que trae Caballo, ni con los regalos occidentales que ofrece a toda la tribu. Es curioso la sensibilidad de cualquier civilización ante el fenómeno del obsequio.
Como oportunamente advierte el hechicero de la tribu, Cuervo ¿Erguido?, para erradicar el espíritu del mal que se ha asentado entre ellos es necesario un acto de purificación colectivo. Vuelve a repetirse la famosa escena de la perforación torácica para sujetar a Caballo y a un grupo de indios jóvenes de los músculos pectorales, aunque sin llegar a suspenderlos de lo alto. Espeluznante también es la escena del hechicero rasgándose la cara a la altura de los globos oculares: "Los manos amarillas ya han sufrido bastante y vuelven a ser libres". Es decir, la libertad conquistada a fuerza de padecimientos.
Lo mismo que su antecesora "Un hombre llamado Caballo", la excelente caracterización y documentación hace que nos encontremos ante una cinta con un alto contenido antropológico, donde con gran delicadeza se dan a conocer las costumbres de los indígenas. Sin embargo todas estas escenas están narradas con gran premiosidad, excesivamente lentas por momentos, lo que contrasta bastante con el arranque tan fulgurante que tiene. En este sentido la película claramente va de más a menos.
Mención aparte merece la belleza paisajística, fotográfica y musical de la obra, además de la excelente interpretación del protagonista principal. Por todo lo cual la consideramos bastante interesante.
Lafuente Estefanía
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