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Voto de Lafuente Estefanía:
8
Western Oklahoma, 1889. Unos hombres acusan injustamente a Jed Cooper (Clint Eastwood) de haber robado ganado y no dudan en ahorcarlo. En el último instante, lo salva un comisario que trabaja a las órdenes del juez Fentom. Aclarados los hechos y demostrada su inocencia, el juez aconseja a Cooper que olvide lo ocurrido y le ofrece un puesto como comisario. Su misión será capturar vivos a los que intentaron lincharlo para que sean juzgados por el juez. (FILMAFFINITY) [+]
30 de mayo de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues si, una "cinta", que así es como llamábamos de niños en Calamocha a las películas, no films como decían y dicen los cursis. Y además estupenda. Si señor, me ha gustado mucho volver a verla. Una cinta sobre la justicia en aquellos territorios del Oeste de Norteamérica antes de integrarse como estados en la Unión. Territorios donde a un único juez correspondía una jurisdicción superior a la de muchos estados enteros. Y, a falta de jueces, la costumbre establecía que la justicia podía ejercerla cualquiera, a menudo el más fuerte. Este es el contexto de la cinta, centrado en una lucha entre dos grandes protagonistas: un vaquero ahorcado sin motivo por una cuadrilla de justicieros rápidos salvado in extremis por un sheriff honesto, y un juez "justiciero" de horca fácil. Una cinta de venganzas satisfechas que vacían por dentro al vengador, ejecuciones de seis en seis reos que constituyen auténticos festejos multitudinarios con venta ambulante de rosquillas y gaseosas (debía estar prohibido el whisky), cárceles inhumanas y un magnífico Eastwood, por una vez bien afeitado.
Lafuente Estefanía
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