Bajo este lema inició su mandato Maximiliano I de México en lo que se conoce como el II Imperio Mexicano. El 28 de mayo de 1864 llegaba, precisamente al puerto de Veracruz, entre el júbilo de los conservadores y de la iglesia mexicana, que habían negociado su nombramiento con Napoleón III de Francia. Desde el primer momento tuvo enfrente al presidente Benito Juárez, a los liberales ... y a los EEUU, que siempre vieron con malos ojos la presencia europea en un territorio que deseaban dominar ... y absorber.
El western y el cine en general ha tratado siempre muy mal esta aventura imperial americana, lo que no es tan conocido es que Maximiliano realizó en el corto mandato que tuvo notables reformas sociales y se sintió siempre muy próximo al pueblo, hasta el punto de defraudar las expectativas de quienes le ofrecieron el trono, que no tardaron en retirarle su apoyo y que llevarán al emperador al paredón en junio de 1867.
"Vera Cruz" es una cinta muy interesante por sus valores intrínsecos. Excelente duelo interpretativo de los dos principales protagonistas, un coronel sudista arruinado, Benjamin Trane (Cooper), y un pistolero de fortuna Joe Erin (Lancaster), con un grupo de secundarios de lujo, entre los que destaca con luz propia la bella Nina (Montiela). Los abundantes lances picarescos y la aparente falta de escrúpulos entre los pistoleros (hace que se considere la película como un antecedente del western estilo Leone. No hace falta rebuscar mucho dentro del género para encontrar otros muchos antecedentes con este mismo tipo de planteamiento.
Obra entretenida con mucha acción, abundancia de extras, buena música mexicana, bien ambientada, personajes bien caracterizados y con fuerte personalidad. En el debe el tratamiento tan superficial que se hace del bando imperial, con lanceros emperifollados, abundancia de casacas, charreteras, gorros con plumas, uniformes coloristas ... y malos soldados. Mientras en el otro bando todos van con su camisa y pantalón blanco de labradores ... todos derrochando valentía y generosidad. Y los americanos a lo suyo, que hay por el medio tres millones de dólares en oro.
Por lo menos en los créditos finales se nos advierte que el Gobierno de México financió generosamente la película. Con perricas, chufletes.