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Voto de piensaencines:
5
Terror. Drama Una historia original sobre Vlad Tepes o Vlad el Empalador, el príncipe rumano en el que se inspiró Bram Stoker para escribir su célebre novela (1897) y crear al vampiro más famoso de todos los tiempos. La película narra la trágica vida de Vlad, qué dilemas tuvo que afrontar y cómo se convirtió en un vampiro. (FILMAFFINITY)
5 de noviembre de 2014
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Pues esto es un señor que se llama Vlad y es príncipe de algún sitio, que se dedicaba a empalar a gente de mil en mil, pero de repente todo eso se olvida y se convierte en un amante esposo y dedicado padre de un niño moñas,

En eso que aparece un turco muy malo, muy malo, con los ojos muy pintados y le quiere invadir el país y robarle al niño moñas. Cualquier otro estaría encantado de librarse del petardo de crío, pero el Vlad éste se pone en plan "drama queen", se quita unas cuantas veces la camiseta para lucir palmito, se convierte en vampiro moñas, de esos que se llevan ahora que son más buenos que las ovejitas de Carmen Sevilla, y se cambia el nombre artístico por el de Drácula, que es mucho más comercial que la horterada esa de Vlad.

Para todo ésto, se inventa unos trucos super-molones con unos murciélagos que le hacen mogollón de famoso y se va de "tourné" entre los ejércitos turcos matando a diestro y siniestro, eso sí, por una buena causa.
Al final no queda muy claro si el señor este es Drácula, Superman o una hermanita de la caridad, pero tampoco te importa demasiado porque para cuando quieres empezar a preguntártelo ya se ha acabado la película.

No creo que nadie pueda plantearse esto más que como un mero entretenimiento vacío, pero eficaz. Es cine de consumo rápido y no indigesto que no ofrece más, pero tampoco menos de lo que promete...que no es nada.

95 minutos intrascendentes que hubieran hecho un interesante capítulo piloto de una serie de televisión, pero que igualmente amenizarán una tarde tonta de domingo bien sea sentado en una butaca de cine o en el sofá de tu casa atiborrándote de palomitas.

No hay nada que comentar ni analizar ni casi que reprochar, porque es uno de esos casos en que sí que sabes lo que vas a ver, y si lo haces, lo haces con todas las consecuencias.
Totalmente inofensiva.
piensaencines
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