Haz click aquí para copiar la URL
España España · Santander
Voto de Cancio:
3
Documental Retrato de Joaquín Sabina sin bombín, hecho a muy pocos centímetros de su piel, con nocturnidad y alevosía, por su amigo, el cineasta Fernando León de Aranoa. Un relato como su voz, áspero, directo y sin ecualizar, que cuenta sin atenuantes la intimidad del artista, sus bambalinas, su cara B. Que comienza cuando baja del escenario, que le acompaña en lo cotidiano, y así en lo inesperado: en la risa y en el drama. Sintiéndolo mucho es el ... [+]
17 de febrero de 2023
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los muy fans no lo verán así, pero creo que haber estado durante tantos años acompañando a Joaquín, cámara en mano, y grabando tantísimo material, bien podría haber dado un resultado con un poco más de enjundia que este documental.

Se trata de una sucesión de secuencias inconexas y un tanto repetitivas, sin un hilo conductor claro y sin una estructura clásica de planteamiento, nudo y desenlace. Esto no tiene por qué ser un problema si no fuera porque hay ratos realmente aburridos, con secuencias muy largas que narrativamente no aportan nada y son redundantes (Joaquín fumando, borracho, copa en mano, y sus músicos riéndole las gracias...).

Tiene mucho de eso, de fumeteos, borracheras y gracietas sin gracia, y muy poco, o casi nada, de un Joaquín Sabina más íntimo, más personal, más cercano. Porque quiero entender que él es algo más que fumador empedernido, bebedor de whisky y compositor de canciones. También es padre, marido, amigo...Y de esto último no muestra nada o casi nada.
No sólo no aparecen sus hijas, sino que no hay una sola mención a ellas. Tampoco hay ninguna presencia o testimonio de sus allegados, de su familia (hay una pequeña intervención de uno que se deduce que es su hermano, pero ni siquiera ponen un rótulo para aclararlo), de sus amigos y, sobre todo, de Jimena, que aparece más como su asistenta personal que como su mujer.

Ni una reflexión sobre sus problemas de salud, sus preocupaciones, sus anhelos, sus intereses, sus sueños cumplidos e incumplidos...

Tampoco vemos a Joaquín practicando alguna afición -si es que tiene alguna además de fumar, beber whisky y los toros- Nos quedamos sin descubrir ese Joaquín más íntimo y familiar, un Joaquín sabina compartiendo momentos con su mujer o con sus hijas...Quizá por eso mi decepción, porque el documental muestra mucho de lo que menos me interesa y casi nada de lo que más me interesa.

Aun así, reconozco que la materia prima con la que cuenta (esas imágenes de Joaquín subiendo a la ambulancia en camilla, pálido, o la cogida de José Tomás) es valiosa. Quizá eso y la buena banda sonora, compuesta por Leiva, elevan mi nota hasta un 3, pero vamos, que para este viaje no se necesitan tantas alforjas.
Cancio
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow