El estilo rimbombante y trascendental del director Paolo Sorrentino nunca nos había convencido, pero aplicado a una historia tan grandilocuente a la par que íntima como la que nos cuenta en esta serie consigue un efecto hipnótico que atrapa del primero al último capítulo. Esto no sería posible sin el cautivador encanto de un Jude Law en estado de gracia acompañado de magníficos actores como Diane Keaton, Silvio Orlando, James Cromwell o nuestro querido Javier Cámara quien gana importancia conforme avanza la trama.

Un guión lleno de diálogos inteligentes, ironía, humor, metáforas y simbolismos desconcertantes, plasmado con una sugestiva belleza visual, que trata complejas cuestiones existenciales a través de las sencillas vidas de sus personajes. Una serie perfecta en todos los sentidos.

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