En este caso el tema trata sobre una mujer que se aparece en las inmediaciones de un túnel de metro. Ya se sabe que cualquier cosa vale para meter una leyenda urbana con apariciones. Cierto es que la película depara muy escasas escenas terroríficas destacables, y encima la mayoría de ellas siguen los clichés archisabidos del cine asiático de género (pelucas de alisado japonés, sonidos estomacales guturales, etc.); sólo en algún aspecto del maquillaje fantasmal se dispersa esta cinta de lo típico.
Ya cerca del desenlace, se intenta dar una mayor magnitud a la maldición del túnel (por cierto, incomprensiblemente el título se refiere a unos trenes que poco o nada tienen que ver en la trama), con tintes algo "lovecraftianos".
Las actuaciones, como suele pasar en estos subproductos, no son nada del otro mundo (nunca mejor dicho), y las escenas de moralina y dramatismo no ayudan para nada al conjunto.
Prescindible, no tanto como olvidable.