Quisiera poder describir esta increíble película de una forma tal que el lector quede completamente interesado en apreciarla, pero es una tarea bastante compleja ya que los maravillosos escenarios en que fue rodada escapan a cualquier tejido de palabras que los puedan representar. El director indio Tarsem nos ha obsequiado una película con un poder visual impresionante. Valga decir que la película contó con muy escasos arreglos digitales y que los actores realmente estuvieron en los escenarios mostrados en la película. Algunos comentarios a esta cinta han hablado de locaciones en más de 20 países, lo cual es bastante admirable ya que el dinero de la película salió del bolsillo del propio Tarsem.

En ella se cuenta la relación entre un extra de escenas de acción para películas y una niña con un brazo fracturado, ambos recluidos en un hospital de Los Ángeles en los años 20 (hospital que, en realidad, queda en Sudáfrica). Entre los dos surge una especie de “lazo” donde la niña realiza ciertos favores especiales al actor a cambio de que él le cuente una historia. Siendo honestos la historia no es del otro mundo, es un cuento para la niña con héroes, villanos y princesas, pero por Dios, los escenarios de filmación son realmente magníficos, desde Sumatra hasta París, pasando por el imponente Taj Mahal. En definitiva, es todo un presente para la vista.