Japón, 1945. El territorio nipón es constantemente bombardeado por las fuerzas aliadas y a la población no le queda de otra sino soportar con paciencia el infierno que significa la guerra mundial. En medio de ellos destacan dos hermanos huérfanos que asumen forzosamente su propia supervivencia. Esta película de animación se ha elevado como uno de los clásicos de indispensable apreciación dentro de este género audiovisual, la animación para adultos.

Dramática a más no poder, la película cuenta dentro de sus “virtudes” la exaltación del drama humano y lo logra con una efectividad bastante notable. Sin embargo, muchos de los recursos que se usan para contar la historia resultan descaradamente manipulados. Es clara la intención del filme: no se pretende analizar el absurdo de la guerra, ni las implicaciones sociales que enfrenta una sociedad en conflicto. Lo que interesa aquí es hacer añicos el estado de ánimo del espectador, despedazar su corazón y lograr que unas cuantas lágrimas inunden sus ojos. Por esta razón es una película difícil de recomendar, porque no todos estamos dispuestos a entregar nuestras emociones por el drama humano. Recomendada para quienes les gusten las historias trágicas y dolorosas, no recomendada para seguidores de héroes con superpoderes salvadores de la humanidad.