Francamente, no soporto a Jim Carrey. Antes que en guiones inteligentes, las películas en las que ha trabajado, casi todas al menos, se basan en su colección de muecas, de tal manera que luego de THE MASK todos los filmes en los que intervino parecían clones de aquel. En esta obra, afortunadamente, Carrey da un descanso al público, salvo en un breve tramo, y nos brinda una comedia que a más de divertida aporta interesantes puntos de reflexión.

En esta obra, Carrey es Bruce, un periodista que siempre queda relegado a la hora de hacer notas importantes, que está desconforme con su vida y que cree algo así como que es el hombre con más mala suerte del mundo. Llega a pensar que Dios tiene algo en su contra. Hasta que un día, el Todopoderoso en persona (interpretado por Morgan Freeman) lo pone al mando del Universo mientras él se toma unas vacaciones. Bruce aprovecha en primer lugar para llevar el agua a su propio molino, pero indudablemente el cargo de Gobernante Supremo del Universo entraña ciertas responsabilidades, y pronto descubrirá que cumplir con ellas y dejar contento a todo el mundo no es tan fácil.

Cómo será el cambio de Carrey en esta película, que he encontrado algunas personas que al verla no creyeron que fuera él. Ojalá esta obra sentara un precedente en su carrera. No sé si es el gran comediante qque se dice que es, pero al menos aquí demuestra que, cuando deja de lado las morisquetas, tampoco arruina nada.