"Los Croods" es una road movie en toda regla, y eso dentro de la animación es ya una grata novedad. Varios personajes que emprenden un viaje, en este caso por obligación, y en el cual tendrán que cambiar su forma de ser y de enfrentarse al mundo que les aguarda.
Con la llegada del 3D al cine, las únicas películas que realmente se han visto beneficiadas por ello son las de animación, son de las pocas en las que dicho avance se puede aprovechar casi al cien por cien. Sus creadores se ven en la tesitura de tener que crear un universo visual diferente para cada película, un entorno que exprima al máximo el 3D. En lo referente a lo anterior, todo lo que se ve en "Los Croods" deja en paños menores a cualquier cosa vista en la franquicia prehistórica por excelencia, "Ice age". Aunque cierto es que el aprovechamiento del entorno no es del todo efectivo, algo que si ocurría en la pluscuamperfecta "¡Rompe Ralph!" (Rich Moore, 2012).
Al margen de todo lo anterior, "Los Croods" tiene buenos personajes, pulidos con buenos chistes y muy buenos gags. Una historia simple que atrapa al espectador gracias en parte a un eficiente ritmo, lo que hace que el aburrimiento no aparezca. Y sin olvidar el tan ansiado equilibrio entre lo infantil y lo adulto. "Los Croods" huele a franquicia.