Según cuentan algunas fuentes, el actor Shia LaBeouf reservó un cine en Nueva York durante tres días, en los cuales se dedicó a ver todas las películas en las que él aparece, seguidas. Por supuesto que, el que quería acompañarle, podía. Pues después de ver "Situación límite" tengo la sensación de que Aaron Harvey, su director y guionista, debió de encerrarse en su casa para ver en bucle toda la filmografía de Tarantino en general, y "Pulp fiction" en particular. "Situación limite" es una burda copia de esta última, o por lo menos de una parte de ella. Y el que no lo vea es que esta ciego. Copiar a Quentin Tarantino parece fácil, pero solo lo parece. Si no, ¿por qué creen que lo que hace Tarantino no lo hace nadie más?...
"Situación límite" caricaturiza todas las señas de identidad del cine de Tarantino. Para empezar, el guion ni es original ni tiene gracia. Lo que sí que resulta es deslavazado y caótico. La cinta tiene un primer acto que es un caos absoluto, cuesta horrores acomodarse en la trama. El segundo acto es, de lejos, lo menos malo. Y ya ni hablemos del tercer acto, es el anticlímax total, largo y aburrido a más no poder. El director alarga las escenas tanto y tan innecesariamente, que me pase los últimos veinte minutos de metraje deseando que acabara ya. El trío protagonista del film resulta medio decente, pero totalmente desaprovechado por unos personajes que son malas sombras de otros ya vistos.
Por resumir, "Situación límite" es un producto de resultado final nefasto, que ni siquiera funciona como sano homenaje. Más bien es una desagradable mofa al cine de Tarantino.