20 años después regresan los tontos más entrañables del cine cómico de los noventa, pero desgraciadamente sin el encanto de aquella película. Se agradece la inclusión de algunos guiños a aquella cinta, así como nuevos gags de humor absurdo que nos arrancan risas de lo sumamente tontos que demuestran ser, pero el guión empieza a flojear poco después de situarse el argumento principal. Situaciones cada vez más surrealistas y un tramo final que desmonta nuestras expectativas, pero que para nada se acerca a la mítica conclusión de la anterior película.

En cuanto a las interpretaciones, se nota igualmente que los años han pasado para uno y otro. Especialmente para Jim Carrey, que está a años luz de sus papeles en la década de los noventa. Ya no queda nada de aquella gran estrella cómica, ídolo humorístico de muchos adolescentes de aquellos años. Ahora, por desgracia, sólo queda su sombra. En cuanto a Daniels, que en su momento era el "dumber", ahora resulta ser algo menos tonto que su compañero (pero tampoco nos pasemos). De los secundarios, es digna de destacar Rachel Melvin en su papel de hija tonta.

Por otra parte, señalar que en el trailer existen algunos gags que NO aparecen en la película. Y eran precisamente algunos de los que más hicieron reír en aquél, por lo que muchos creíamos que esta cinta iba a ser mucho más divertida. No es el caso y algunas alocadas situaciones resultan demasiado forzadas, por lo que únicamente se recomienda su visionado para grandes fans de estos "tontos muy tontos". Y aún así es muy probable que les decepcione.