Sully está basada en los días posteriores al 15 de enero de 2009, cuando el piloto Charles Sullenberger y su copiloto Jeff Skiles realizaron un amerizaje en el río Hudson salvando a 155 personas. Jornadas de muchísima presión para ambos pilotos que Clint Eastwood narra de manera ejemplar, como solamente él saber hacer en el panorama cinematográfico actual. Combinando los momentos de investigación por parte de la NTBS, con imágenes del acuatizaje y mostrándonos los efectos de ambas situaciones en la vida personal de los protagonistas, el veterano director consigue emocionar y tensionar al espectador a partes iguales.

También logra filmar una de sus mejores películas en los últimos años, sino la mejor desde Grand Torino. Para ello se apoya en una interpretación magistral de un portento de la actuación, Tom Hanks. El californiano, caracterizado para la ocasión logrando un gran parecido físico con el personaje real, se pone en la piel del heroico piloto y centra toda la atención en su personaje. Asistimos pues a otra clase magistral del doble ganador del Oscar al mejor actor que, con este último trabajo, puede hacer que dicho palmares aumente sumando una estatuilla más en su casillero.

No hay que olvidar el papel secundario de Aaron Eckhart, que lejos de verse eclipsado por su compañero de reparto, aguanta el tirón y aporta valor con su interpretación. Una más de un actor poco valorado en Hollywood. Y es que el canadiense es de esos actores que puede liderar perfectamente un reparto o contribuir con roles secundarios, pero siempre realizando trabajos muy solventes. Su interpretación como 'escudero' del héroe en la película pueden darle ese espaldarazo definitivo y, por qué no, una nominación como actor secundario.

A pesar de encontrarnos ante una historia que gran parte del público conoce, Eastwood logra atrapar al espectador en su butaca hasta la aparición de los títulos de crédito que nadie se puede perder, ya que en ellos aparecen imágenes de archivo con el verdadero Sully, auxiliares de vuelo y pasajeros contando cómo vivieron aquella experiencia.

Esto lo consigue con un espléndido guión obra de Todd Komarnicki basado en el libro escrito por el propio protagonista de esta singular historia y con un montaje marca de la casa. Cuando se dice que Clint Eastwood es el mejor narrador de cine actual no es por casualidad y su último trabajo es un buen ejemplo de ello. Además hay que resaltar que el filme no cae en sentimentalismos o situaciones que busquen la lagrima fácil, evitando centrarse en como vivieron el amerizaje los pasajeros.

Sully es, sin ninguna duda, una de las mejores películas estrenadas en este 2016 y que aterrizará -o amerizará- en la temporada de premios que se avecinan como una de las grandes favoritas. Y no es para menos, ya que cuenta con los ingredientes necesarios para gustar tanto a crítica como a público y, sobre todo, cuenta con dos ases del séptimo arte: Clint Eastwood y Tom Hanks.

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