Hayao Miyazaki, uno de los grandes creadores de sueños, fantasías y sobretodo, un artesano de la animación y enamorado de la humanidad anunció su retirada antes de llegar a las pantallas El viento se levanta (2013), con lo que se convirtió en la obra de despedida del nombre más laureado e internacional del cine japonés de las últimas décadas.

Miyazaki deja en esta película su obra más adulta y uno de sus títulos menos accesibles. Una obra maestra que se centra en la figura del diseñador e ingeniero Jiro Horikoshi. Miyazaki se interesa más por retratarlo como un artista y un sensible ser humano más que ahondar en el caso de que su obra fue utilizada por el ejército japonés en la 2ª Guerra Mundial. El retrato de un creador resignado a la historia de Japón de su tiempo; a los cambios y horrores que sucederían en su país.

Una película maravillosa visualmente y de profunda fuerza dramática gracias a la maravillosa y trágica historia de amor que Miyazaki nos presenta y que se convierte en una de las más bonitas y emotivas de los últimos años gracias a una madurez en la escritura de personajes y en la fijación en los detalles abrumadora.

Uno de los más bonitos melodramas de los últimos tiempos y la obra de despedida de un genio artesano inolvidable en la historia cinematográfica.