Obviar la evidencia, es en parte saber que la trama mediante el protagonista nos muestra algún tipo de incómodo psicoanalítico; quizá la incapacidad de no prosperar en una sociedad de acuerdo con unas expectativas autoimpuestas, o quizá (también) no querer transigir en el amor, por no ceder a una vulnerabilidad fingida, a un reconocimiento falso.

"Oh, Jeanne, what a strange way I had to take to meet you!"

Pero obviar la evidencia es también, dignificar el trabajo de ladrón, es saber del cierto que nuestro protagonista se podría haber dedicado a laborar de cualquier otra cosa. Pero prefiere ser ladrón. No solo porque lo encuentra digno y técnicamente edificante sino porque puede serlo.

En fin, una película aparentemente simple, pero realmente muy densa y con una narrativa reflexiva sobre los caminos inescrutables del ser y su correspondencia con la complejidad del amor.