“Cuestión de justicia” es un drama judicial basado en hechos reales sobre la condena a muerte a un ciudadano afroamericano acusado de matar a una chica de 18 años, sin casi pruebas en su contra de que realmente el hubiera cometido tal crimen. La película es un retrato de esa parte de Estados Unidos en donde hay un racismo muy arraigado en buena parte de su población, especialmente en el sur (en este caso en Alabama), donde la justicia para la ciudadanía de raza negra era una auténtica quimera.
Michael B. Jordan está más que correcto en un registro muy alejado de los papeles que le han dado nombre (Creed, Black Panther), interpretando a un abogado recién graduado en Harvard que en lugar de tomar casos más sencillos o más lucrativos, decide afrontar casos muy complejos en lugares donde la gente de raza negra tenía muy pocos recursos para defenderse. Por su parte, Jamie Foxx en la piel de un condenado a muerte, nos vuelve a regalar una impecable interpretación como hacía tiempo no lo conseguía, volviendo a sacar el grandísimo actor que demostró ser en “Ray”, “Colateral” y “Django”.