Profesionalmente hablando, se entiende. Ya que moralmente es lo que uno siente que tiene que hacer, dependiendo ya de cada conciencia y de lo que uno esté dispuesto a perder, el trabajo e incluso la vida.

A veces en ciertos trabajos uno puede dar con algo escabroso, lo malo es que si escarba más, en vez de encontrarnos con un contenedor de basura podemos dar con un auténtico vertedero. Y hay que tener mucha fuerza de voluntad, la conciencia bien limpia y saber que estás en la diana para cualquier tipo de represalia, osea tener unos huevos de acero (u ovarios). Saber que está basada en hechos reales no es que dé mucho que pensar, pues sabemos, o intuimos que éste tipo de cosas existen, pero saber que además ciertas Organizaciones de las cuales algunos Estados se creen protegidos...es otra cosa muy distinta. Y la puñetera inmunidad diplomática, ¿quién cojones la inventó? Diplomáticos desde luego.