Por lo que parece, a Vin Diesel le da cada vez más por meter escenas demasiado surrealistas en sus películas. Ya no solo es en A todo Gas, sino también aquí. Ya la primera parte de ésta saga tenía alguna escena un tanto descabellada, pero en general no tenías la sensación de haber visto una película con ese tono general. Aquí en cambio sí, pues lo surrealista campa a sus anchas y escenas de acción creíbles son más bien escasas. Lo mejor de la película ha sido para mí las escenas de pelea de Donnie Yen y Tony Jaa, que por otra parte no entiendo como dos artistas marciales de ese calibre se han involucrado en semejante proyecto, pero manda Don Dinero.

Lo dicho, muy surrealista en general, pero no deja de ser entretenida. Aunque a éste paso, en poco tiempo veo a Vin Diesel disparando rayos láser por los ojos y tirándose truenos por el culo.