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España España · Valencia
Voto de Víctor:
7
Ciencia ficción. Aventuras. Drama En el Año 10191 el desértico planeta Arrakis, feudo de la familia Harkonnen desde hace generaciones, queda en manos de la Casa de los Atreides por orden del emperador. Con ello les cede la explotación de las reservas de especia, la materia prima más valiosa de la galaxia, necesaria para los viajes interestelares y también una droga capaz de amplificar la conciencia y extender la vida. El duque Leto (Oscar Isaac), la dama Jessica ... [+]
20 de septiembre de 2021
17 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
Termina la proyección dejándome buenas sensaciones. Dune nos entrega un diseño de producción a la altura de las expectativas, el vestuario por si solo no deja de contarnos pequeñas historias a través de los looks únicos que van apareciendo en pantalla. Es en la recreación de esos pequeños mundos donde esta nueva adaptación brilla la mayor parte del tiempo. Las diferencias entre los distintos pueblos y sus culturas aportan riqueza al universo de este Dune. Cada decorado, detalle, nave y vestuario, aportan empaque a la historia. Formando así un universo plenamente coherente, donde cada pueblo emplea su propia tecnología en vista a adaptarse de mejor forma a ese medio hostil. El vestuario es el que realmente marca diferencias y aporta a Dune su tono. A destacar, el barón y el resto de pálidos secuaces Harkonnen, que provienen de un mundo en sombras que me retrotrae a los hombres pálidos con gabardinas en Dark City. Resulta intimidante la caracterización del barón. Produce una impresión aterradora con esa voz y esa figura flotante que recuerda a una oruga. En general, el maquillaje es una locura y Skarsgard está muy convincente.

Villeneuve otorga a su Dune un tono operístico. Se trata de una obra épica y grandilocuente, a la vez que sobria y minimalista. Esta es en gran medida una película plagada de rostros, miradas fuera de campo y no tanto de líneas de diálogo. Dune está manejada con una suerte de lentitud, una tendencia natural hacia la panorámica, que conjuga a la perfección con el ritmo del viento removiendo las arenas. Ese ritmo pausado funciona por lo bellísima que es visualmente; y es que Villeneuve apunta hacia la grandiosidad, con un alarde de medios que acompaña muy bien el tono ceremonial del arranque. Una puesta en escena sostenida por la banda sonora, con un sonido totalmente zimmeriano, que fluctúa entre coros, motivos tribales y graves marca de la casa.

La elección del reparto es otro de los puntos fuertes. El papel de Paul se nota hecho a la medida de Timothée Chalamet, y es que por momentos sentimos que estamos en su cabeza; a falta de los monólogos interiores que no están incluidos en esta versión. Por encima, destacaría sobre todo el maravilloso elenco de secundarios; con grandes aportaciones de Jason Momoa, Javier Bardem o Stephen Henderson. Jason Momoa interpreta a Duncan Idaho. Prácticamente se abre la película con él, y tiene un rol mayor que en la anterior adaptación; protagonizando los momentos más cargados de épica. El arco de Rebecca Ferguson también se ha visto llevado a otro nivel y acaba haciendo un tándem junto al protagonista. Probablemente, tras Chalamet, es el personaje con más tiempo en pantalla. En general, los personajes están todos bien encajados y presentados de forma clara; hecho que resulta todo un logro dado el extenso elenco.

El universo Dune se siente real y está maravillosamente plagado de detalles; detalles que podrían haber sido pasados por alto, en cambio Villeneuve demuestra fascinación por los escenarios y criaturas. Para los Fremen, actos como escupir, son gestos respetuosos que demuestran entrega; dada su forma de vida. Poseen una filosofía propia y aportan grandes líneas que se podrían ver resumidas en ese: “Que riquezas podéis ofrecer más allá del agua de vuestro cuerpo”. Este Dune aporta respecto al anterior un minucioso estudio de la diversidad, que enriquece el relato y aporta el carácter necesario a la contienda. Una lucha de poder perfectamente delineada al más puro estilo de Juego de Tronos. En un planeta que ya existía mucho antes de la llegada de los Atreides. Con un desierto que se siente vivo y que modela el carácter en base a la hostilidad de sus condiciones. El dejarse llevar es una filosofía de obligado cumplimiento; en un lugar donde resulta necesario aclimatarse si no quieres que este acabe contigo. De ahí la admiración por esa especie de roedores que moran las arenas y beben sus propios fluidos para sobrevivir a las duras condiciones del planeta. En definitiva, el Dune de Villeneuve es un lienzo repleto y una película hecha para gente dispuesta a dejarse deslumbrar.
Víctor
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