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España España · Shangri-la. Andalucía
Voto de Maggie Smee:
6
Drama Una poderosa historia de descubrimiento sexual e intelectual basada en acontecimientos reales a partir de la turbulenta relación entre el joven psiquiatra Carl Jung (Michael Fassbender), su mentor Sigmund Freud (Viggo Mortensen) y Sabina Spielrein (Keira Knightley). A este trío se añade Otto Gross (Vincent Cassel), un paciente libertino decidido a traspasar todos los límites. (FILMAFFINITY)
4 de diciembre de 2011
8 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me ha dado la impresión de que David Cronenberg ha decidido con “Un método peligroso” homenajear al mundo del psicoanálisis en el que posiblemente él también crea. Y me parece no sólo bien, sino que honesto. Lo que no acabo de entender es que, más que academicista (término que no es peyorativo pero que muchos en esta ocasión lo utilizan contra Cronenberg con ese fin), haya optado por la pulcritud más gélida despojada de los ambientes malsanos o de una inquietud latente, atmósferas habituales en sus películas. Cromáticamente incluso creo que es una de las más luminosas de su director, con sus constantes argumentales habituales, pero más que provocar sensaciones, en esta ocasión ha resultado más didáctica que otra cosa para los más profanos y, como un claro homenaje para los más entendidos, espero. Y todo en ella es correcto, desde su ambientación a sus actuaciones, aunque la más floja quizás resulte Keira Knightley, y eso que hace una de sus mejores interpretaciones para lo que nos tiene habituados, pero el guión no termina de desarrollar su atrayente personaje, dando prioridad a los protagonistas masculinos.
Es de agradecer que un director opte por un cine más verbal que visual. La mayoría de los directores actuales temen los diálogos, no saben articular un texto como en antaño hicieran Joseph L. Mankiewicz, William Wyler o Richard Brooks entre otros, quizás porque no sean tan lectores o estén desvinculados del teatro, que es de donde procede la propuesta del guionista, Christopher Hampton.
Quizás como resultado quede una película desangelada, que no distante, donde Cronenberg no nos deja ni la más mínima mella al acabar de verla y eso sí que nos resulta llamativo.
Espero que para la siguiente, y aunque vaya a ser una multinacional su distribuidora, siga siendo el autor al que habitualmente nos tiene acostumbrados. Y, por cierto, algo mínimo que me ha chirriado han sido los rótulos finales donde relatan eso de “qué fue de los protagonistas”. Me temo que es algo anacrónico y más adecuado para un telefilme que se base en una “true story” que para una película supuestamente seria. Si hubiera sido necesario el guionista debió contarlo y sino, para los tiempos que corren, quien quiera informarse que recurra a Internet, pero concluir así una película en pleno siglo XXI me parece una gran falta de imaginación, o al menos impropio de su director.
Maggie Smee
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