Media votos
9.5
Votos
171
Críticas
49
Listas
2
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de FEnrique:
9
8.0
9,175
Romance. Drama
Viena, 1900. Stefan Brand, un famoso pianista, recibe una carta de una mujer con la que mantuvo, en el pasado, una relación amorosa que ya no recuerda. Lisa es para él una desconocida, alguien que ha pasado por su vida sin dejar huella. Y, sin embargo, ella sigue apasionadamente enamorada de aquel joven músico que conoció cuando era todavía una adolescente. (FILMAFFINITY)
9 de junio de 2023
Sé el primero en valorar esta crítica
A Sócrates Alonso, por su bonhomía.
Viena, 1900. Stefan Brand, un famoso pianista, recibe una carta de una mujer con la que mantuvo, en el pasado, una relación amorosa que ya no recuerda. Lisa es para él una desconocida, alguien que ha pasado por su vida sin dejar huella. Y, sin embargo, ella sigue apasionadamente enamorada de aquel joven músico que conoció cuando era todavía una adolescente. (FILMAFFINITY)
Viena no es Viena, no es el glamour decadente de la grandeza ilusoria de un Imperio que se cae en su grandeza. Sé que esto puede ser discutido. Esta joya penetra entre los sentimientos del absurdo que llamamos al amor sin recompensa. El músico no me convence en su inconsistencia, la sombra de Stefan no se proyecta adecuadamente. Ella no volverá jamás a enamorarse y sufre en el cesto de agua de su idealismo que se desliza en el mimbre de una canastilla.
Le doy una buena nota, pero no la considero una obra maestra.
Viena, 1900. Stefan Brand, un famoso pianista, recibe una carta de una mujer con la que mantuvo, en el pasado, una relación amorosa que ya no recuerda. Lisa es para él una desconocida, alguien que ha pasado por su vida sin dejar huella. Y, sin embargo, ella sigue apasionadamente enamorada de aquel joven músico que conoció cuando era todavía una adolescente. (FILMAFFINITY)
Viena no es Viena, no es el glamour decadente de la grandeza ilusoria de un Imperio que se cae en su grandeza. Sé que esto puede ser discutido. Esta joya penetra entre los sentimientos del absurdo que llamamos al amor sin recompensa. El músico no me convence en su inconsistencia, la sombra de Stefan no se proyecta adecuadamente. Ella no volverá jamás a enamorarse y sufre en el cesto de agua de su idealismo que se desliza en el mimbre de una canastilla.
Le doy una buena nota, pero no la considero una obra maestra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
He conocido, quizás también vosotros lo hayáis hecho, a esas familias un poco extrañas que seguían, cuando se sentaban a la mesa, conservando el sitio de uno de sus miembros ya muerto. Se rebelaban contra lo irremediable. A mí no me parecía que ese reto les sirviera de consuelo. Los muertos son muertos. Entonces, en ese papel, encuentran una manera distinta de estar presentes. Pero estas familias aplazaban su regreso. Los convertían en ausentes eternos, huéspedes que retrasan su cita con la eternidad. Ellas cambiaban el duelo por una espera sin sustancia. Y estas casas me resultaban sumergidas en un malestar inevitable mucho más agobiante que la pena. Del piloto Guillaumet , el último amigo que he perdido y que fue abatido durante el servicio postal aéreo, ¡Dios mío!, he aceptado llevar el luto. Guillaumet no cambiará nunca. No estará nunca presente, pero tampoco estará nunca ausente. He sacrificado su cubierto en mi mesa, engaño inútil, y lo he convertido en un auténtico amigo muerto .(Saint-Exupéry)
Viena no es Viena, no es el glamour decadente de la grandeza ilusoria de un Imperio. Sé que esto puede ser discutido. Esta joya penetra entre los sentimientos del absurdo que llamamos al amor sin recompensa.
Ella no ha vuelto más y su sombra se alarga
sobre la cruz del Puerto cansado que aún respira,
el otoño que viene a romper mis caricias
se cubre con su voz,
ya no respira su boca con mi aire maltratado
como una canción tierna en los labios de Brel
o unas medias de seda desgarradas.
por el silencio.
Me perderé en una noche sin salida
si no puedo destilar su poesía;
ella era de los mares lejanos,
de la sombra del eterno verano.
(Mares lejanos (El sueño de Gaugin) - 1996)
Pensé que en ti había una pedante profunda y en mí un intelectual desorientado. No me puedes herir porque no existes, aunque recurras al fantasma de la vulgaridad solo por herirme, sabiendo como sabes que nunca blasfemo, nunca arrojo inmundicias sobre los dioses en los que creen los otros.
Llevas razón, en esto de que en la Red apenas hay verdad, solo apariencias, pero también es así en la barra de un bar, alegrándonos y compartiendo horas, sufriendo porque quien más quién menos convive con un desconocido que lleva nuestro nombre, que morirá angustiado por arrastrar nuestras más hondas preocupaciones que no disipa el viento cuando creemos con sinceridad que ya hemos sido derrotados.
Creo que no merezco que hayas sido grosera conmigo; yo siempre juego, pero lo hago en serio, porque le pregunto a los duendes aunque no crea en sus respuestas. porque miro a los ojos del atormentado y elegante Dirk Bogarde, mientras suena Mahler, muriendo de tristeza.
Por lo demás estos días son para mí un regalo, lo que pude hacer ya lo he hecho, No pude o no supe hacerlo mejor., a mi manera lo intenté desesperadamente.
Finalement, finalement on est tout seul contre la solitude de la brave gens. Nous marchons tous ensemble sur le rêve de la mort.
Te digo adiós porque tú lo has querido, quizás te haya hablado demasiado y no me lo merecía, quería ser, simplemente, amable. Ya no tengo ninguna palabra que decirte, quizás adiós...
mientras que yo, atormentado y en mi desgracia
me ofrezco y me entrego
a las sombras de tu noche.
(Francisco Lobo)
Viena no es Viena, no es el glamour decadente de la grandeza ilusoria de un Imperio. Sé que esto puede ser discutido. Esta joya penetra entre los sentimientos del absurdo que llamamos al amor sin recompensa.
Ella no ha vuelto más y su sombra se alarga
sobre la cruz del Puerto cansado que aún respira,
el otoño que viene a romper mis caricias
se cubre con su voz,
ya no respira su boca con mi aire maltratado
como una canción tierna en los labios de Brel
o unas medias de seda desgarradas.
por el silencio.
Me perderé en una noche sin salida
si no puedo destilar su poesía;
ella era de los mares lejanos,
de la sombra del eterno verano.
(Mares lejanos (El sueño de Gaugin) - 1996)
Pensé que en ti había una pedante profunda y en mí un intelectual desorientado. No me puedes herir porque no existes, aunque recurras al fantasma de la vulgaridad solo por herirme, sabiendo como sabes que nunca blasfemo, nunca arrojo inmundicias sobre los dioses en los que creen los otros.
Llevas razón, en esto de que en la Red apenas hay verdad, solo apariencias, pero también es así en la barra de un bar, alegrándonos y compartiendo horas, sufriendo porque quien más quién menos convive con un desconocido que lleva nuestro nombre, que morirá angustiado por arrastrar nuestras más hondas preocupaciones que no disipa el viento cuando creemos con sinceridad que ya hemos sido derrotados.
Creo que no merezco que hayas sido grosera conmigo; yo siempre juego, pero lo hago en serio, porque le pregunto a los duendes aunque no crea en sus respuestas. porque miro a los ojos del atormentado y elegante Dirk Bogarde, mientras suena Mahler, muriendo de tristeza.
Por lo demás estos días son para mí un regalo, lo que pude hacer ya lo he hecho, No pude o no supe hacerlo mejor., a mi manera lo intenté desesperadamente.
Finalement, finalement on est tout seul contre la solitude de la brave gens. Nous marchons tous ensemble sur le rêve de la mort.
Te digo adiós porque tú lo has querido, quizás te haya hablado demasiado y no me lo merecía, quería ser, simplemente, amable. Ya no tengo ninguna palabra que decirte, quizás adiós...
mientras que yo, atormentado y en mi desgracia
me ofrezco y me entrego
a las sombras de tu noche.
(Francisco Lobo)