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Voto de FEnrique:
10
6.6
846
29 de mayo de 2023
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Es nuestra tragedia de las equivocaciones. Cuando la conexión hispano-argentina se hace irrepetible. Jaime Chávarri excelso, sería profundo aunque no se le notara. aunque siguiera sumido en el desencanto del mejor poeta español de los últimos años.
Ulises Drumont es el amigo fiel y bandeonista nostálgico, pasado y entrañable, sueña cuando el tango nacía del arrabal; para él Carlitos es un traidor que triunfa por encima de la fragilidad prostibularia, sus ligas, su tatuaje y su tristeza infinita.. Echanove eterno enamorado de la gallega, silencioso y servil a sus pies, amándola a pesar de los pesares, le ha puesto los cuernos y , en cierta forma, se venga del amigo a quien realmente ama. ¡Tan lindo era el trío! Una Aitana que no está en la cúspide de su belleza, aquí tendríamos que abrir otro comentario disperso para hablar de la impagable camarera del Titanic. A los guionistas se les aparecieron las hadas, no son Terencio y Shakespeare, pero casi los tocan. Grandinetti, subjuntivo, imperfecto y genial en el papel por que, quizás se le recuerde derivado en tres personajes en tres papeles distintos, porque, al final, nos queda él, su acento porteño, su melancolía por no se sabe qué Lo de Gardel es un drama, lo de Renzo, una tragedia que llora a un hermoso desconocido que llega a sentir que podría haber triunfado a pesar de su ortodoxia, a pesar de que nunca llegó a creer en sí mismo. No nació para noquear, esa es su perra suerte, no proyecta con contundencia los golpes, los encaja, mal que bien.
Soy un buen tipo
aunque ni comportamiento
rara vez lo demuestre.
(Paul Simon - The boxer)
No me queda fe,
como hombre estoy acorralado
por las semillas
y el viento del otoño
que azota mis cabellos;
el poeta que fui
la agotó, inútil
mente,
en la madrugada
de su última salida,
no creo en el amor,
maldigo la luz
cuando deja en su herida
una idea de revolución,
cuando ofrece una esperanza
que no aguarda a la espera.
El despistado
que pasa leyendo el periódico
tropezará con las noticias
que hablan de diálogo
y abogan por la reconciliación del bosque
con la muerte y el olvido,
el desencantado que frecuenta una oficina
discutirá con sus programas
informáticos
en el café aromatizado de un lunes adormecido
que despierta en sus labios cuando Pepa lo sirve,
el borracho nostálgico
herido en una fiesta
hablará de la magia de amores que no fueron,
y que recuerda siempre
con ligueros y tangos,
y el hombre sin fe con mi nombre
y mi pesar
seguirá hasta el final con turbias recaídas
porque no le enseñaron a arrojar la toalla..
.
Mi sombra frecuentaba los bares de la noche
donde sonaba el tango
que lloraba el recuerdo de Le Pera y Gardel
y un Grandinetti enorme calándose el sombrero
en surcos pronunciados por cuestas de la infancia;
aquellos ojos míos no volverán jamás...
..
Si no la habéis visto aún, todavía estáis a tiempo..
Ulises Drumont es el amigo fiel y bandeonista nostálgico, pasado y entrañable, sueña cuando el tango nacía del arrabal; para él Carlitos es un traidor que triunfa por encima de la fragilidad prostibularia, sus ligas, su tatuaje y su tristeza infinita.. Echanove eterno enamorado de la gallega, silencioso y servil a sus pies, amándola a pesar de los pesares, le ha puesto los cuernos y , en cierta forma, se venga del amigo a quien realmente ama. ¡Tan lindo era el trío! Una Aitana que no está en la cúspide de su belleza, aquí tendríamos que abrir otro comentario disperso para hablar de la impagable camarera del Titanic. A los guionistas se les aparecieron las hadas, no son Terencio y Shakespeare, pero casi los tocan. Grandinetti, subjuntivo, imperfecto y genial en el papel por que, quizás se le recuerde derivado en tres personajes en tres papeles distintos, porque, al final, nos queda él, su acento porteño, su melancolía por no se sabe qué Lo de Gardel es un drama, lo de Renzo, una tragedia que llora a un hermoso desconocido que llega a sentir que podría haber triunfado a pesar de su ortodoxia, a pesar de que nunca llegó a creer en sí mismo. No nació para noquear, esa es su perra suerte, no proyecta con contundencia los golpes, los encaja, mal que bien.
Soy un buen tipo
aunque ni comportamiento
rara vez lo demuestre.
(Paul Simon - The boxer)
No me queda fe,
como hombre estoy acorralado
por las semillas
y el viento del otoño
que azota mis cabellos;
el poeta que fui
la agotó, inútil
mente,
en la madrugada
de su última salida,
no creo en el amor,
maldigo la luz
cuando deja en su herida
una idea de revolución,
cuando ofrece una esperanza
que no aguarda a la espera.
El despistado
que pasa leyendo el periódico
tropezará con las noticias
que hablan de diálogo
y abogan por la reconciliación del bosque
con la muerte y el olvido,
el desencantado que frecuenta una oficina
discutirá con sus programas
informáticos
en el café aromatizado de un lunes adormecido
que despierta en sus labios cuando Pepa lo sirve,
el borracho nostálgico
herido en una fiesta
hablará de la magia de amores que no fueron,
y que recuerda siempre
con ligueros y tangos,
y el hombre sin fe con mi nombre
y mi pesar
seguirá hasta el final con turbias recaídas
porque no le enseñaron a arrojar la toalla..
.
Mi sombra frecuentaba los bares de la noche
donde sonaba el tango
que lloraba el recuerdo de Le Pera y Gardel
y un Grandinetti enorme calándose el sombrero
en surcos pronunciados por cuestas de la infancia;
aquellos ojos míos no volverán jamás...
..
Si no la habéis visto aún, todavía estáis a tiempo..
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Bigas Luna gusta o no gusta, así suele ser con los grandes, hay gente tan estúpida que no soporta a Bergman, y Bigas Luna no lo es ; siempre con sus traumas que transpiran a sexo con una carga profunda de fetichismo trasnochado en los que muestra el desvarío de su fragilidad y de sus heridas de adolescente traumatizado por sus primeros pasos que no debieron ser muy afortunados, y se nota demasiado, y eso es bueno o malo según el talento que se tenga, y Bigas Luna tiene mucho qué decir y lo hace con talento...
Disfrutemos y que no sea a través del dolor. Esta película me gusta porque el director aparta sus obsesiones. Hay dolor de acuerdo, pero es romántico, sensitivo y, a veces, distante, como si nos avergonzara haber querido o mostrar nuestra indefensión ante los sentimientos. La película está rodada en la lengua del amor y el olvido. No conozco mucho a Olivier Martínez, pero apostaría fuerte para afirmar que hizo el papel de su vida y se enamora de un sueño naufragado; su mujer es vulgar y le pone los cuernos aprovechando su ausencia y, como prosaica que es, quiere recoger los beneficios de la aventura que casi no fue de su maridoa leyenda se va ensanchando y hasta los parroquianos, y el propio protagonista de la nada, va creyendo que fue lo que nunca pasó.
No me hablen de realidad cuando hablen de cine y menos con una película tan especial (nunca hubiera adivinado que estaba Bigas Luna detrás de ella) que crea una parábola de la propia vida perdurable; abundan los pringaos, Olivier es uno de sus campeones, putas que apenas insinúan unas ligas de madera y mujeres honradas que se acuestan con alguien y fingen que pueden nadar entre las olas de aquella que se refugia en el misterio y el amor fugaz que nunca queda.
Nunca vi tan hermosa a Aitana. Habría sido hermoso que hubiera viajado a Los Ángeles o a Nueva York y tuviera que enfrentarse al Tom Cruise de "Eyes Wide Shut".y al demonio de los celos del bajito más guapo del mundo.
La pobreza es contagiosa y cruel, Bigas Lunas no es Buñuel, pero en este fracaso de crítica y público, encontró su momento, como un sucedáneo genial que se burla de la tristeza, porque según el de Calanda quien está triste es porque se lo ha merecido; es cierto, él era muy triste.
Es una historia de amor dramática de un don nadie que soñó que rozaba la mano de una diosa inaccesible.
Aitana es una ladrona que roba el corazón de quien lo perdió y no vuelve a encontrarlo.
Saludos, Enrique.
Como amigo personal de Bigas Luna, salgo al paso de estas apreciaciones que haces sobre él, y que supones derivadas en su proceso creativo.
«Bigas Luna […] siempre con sus traumas que transpiran a sexo con una carga profunda de fetichismo trasnochado en los que muestra el desvarío de su fragilidad y de sus heridas de adolescente traumatizado por sus primeros pasos que no debieron ser muy afortunados, y se nota demasiado». Esto es bueno o malo dependiendo del talento.
Como especulación efectista tal vez funcionen bien, a quien le funcione, pero nada más. E Bigas Luna no era Abel Ferrara.
No vengo aquí como defensor ni como detractor (que también podría) de Bigas; vengo a desmentir sus traumas, lo trasnochado de su fetichismo, su desvarío, su fragilidad y sus heridas; tanto como la suposición de que su adolescencia no fuera afortunada.
Si algo caracterizaba a Bigas Luna era su sentido del divertimento y el disfrute; eso sí, muy discretamente. Y, cómo no, la provocación como método para ver las reacciones de los otros, no porque le importaran necesariamente los demás, sino para ver cómo podía volver a reutilizar esas reacciones a su favor.
Disfrutemos y que no sea a través del dolor. Esta película me gusta porque el director aparta sus obsesiones. Hay dolor de acuerdo, pero es romántico, sensitivo y, a veces, distante, como si nos avergonzara haber querido o mostrar nuestra indefensión ante los sentimientos. La película está rodada en la lengua del amor y el olvido. No conozco mucho a Olivier Martínez, pero apostaría fuerte para afirmar que hizo el papel de su vida y se enamora de un sueño naufragado; su mujer es vulgar y le pone los cuernos aprovechando su ausencia y, como prosaica que es, quiere recoger los beneficios de la aventura que casi no fue de su maridoa leyenda se va ensanchando y hasta los parroquianos, y el propio protagonista de la nada, va creyendo que fue lo que nunca pasó.
No me hablen de realidad cuando hablen de cine y menos con una película tan especial (nunca hubiera adivinado que estaba Bigas Luna detrás de ella) que crea una parábola de la propia vida perdurable; abundan los pringaos, Olivier es uno de sus campeones, putas que apenas insinúan unas ligas de madera y mujeres honradas que se acuestan con alguien y fingen que pueden nadar entre las olas de aquella que se refugia en el misterio y el amor fugaz que nunca queda.
Nunca vi tan hermosa a Aitana. Habría sido hermoso que hubiera viajado a Los Ángeles o a Nueva York y tuviera que enfrentarse al Tom Cruise de "Eyes Wide Shut".y al demonio de los celos del bajito más guapo del mundo.
La pobreza es contagiosa y cruel, Bigas Lunas no es Buñuel, pero en este fracaso de crítica y público, encontró su momento, como un sucedáneo genial que se burla de la tristeza, porque según el de Calanda quien está triste es porque se lo ha merecido; es cierto, él era muy triste.
Es una historia de amor dramática de un don nadie que soñó que rozaba la mano de una diosa inaccesible.
Aitana es una ladrona que roba el corazón de quien lo perdió y no vuelve a encontrarlo.
Saludos, Enrique.
Como amigo personal de Bigas Luna, salgo al paso de estas apreciaciones que haces sobre él, y que supones derivadas en su proceso creativo.
«Bigas Luna […] siempre con sus traumas que transpiran a sexo con una carga profunda de fetichismo trasnochado en los que muestra el desvarío de su fragilidad y de sus heridas de adolescente traumatizado por sus primeros pasos que no debieron ser muy afortunados, y se nota demasiado». Esto es bueno o malo dependiendo del talento.
Como especulación efectista tal vez funcionen bien, a quien le funcione, pero nada más. E Bigas Luna no era Abel Ferrara.
No vengo aquí como defensor ni como detractor (que también podría) de Bigas; vengo a desmentir sus traumas, lo trasnochado de su fetichismo, su desvarío, su fragilidad y sus heridas; tanto como la suposición de que su adolescencia no fuera afortunada.
Si algo caracterizaba a Bigas Luna era su sentido del divertimento y el disfrute; eso sí, muy discretamente. Y, cómo no, la provocación como método para ver las reacciones de los otros, no porque le importaran necesariamente los demás, sino para ver cómo podía volver a reutilizar esas reacciones a su favor.