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China China · Desierto de Taklamakán
Voto de Último Materialista:
10
Drama. Romance El peligroso gángster parisino Pépé Le Moko, que vive en la casbah argelina, donde la policía no puede atraparle, se enamora de una bella y sofisticada turista. (FILMAFFINITY)
4 de abril de 2022
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Arte en estadio de Gracia (en sus dos sentidos, teólogico y ontológico). Belleza pura transformado en relato mundano concebido con la mayor delicadeza y audacia. Elocuencia narrativa al servicio y como justificador de una semántica, un entramado de ideas de carácter covalente que sublima no solo a los personajes sino a los parajes y situaciones.
Barrio inexpugnable e ignoto (en lo que se refiere a la totalidad roturada geográfica y urbanísticamente) que se revela como monolito y subertugio narrativo. Encierro y enclaustramiento en contra de la voluntad que se torna nostálgico y, en razón de todos sus factores, tortuosamente sublime. Fetichismo como excusa siempre y cuando no remita la belleza femenina: artesanía y sensualidad, memoria y nación, ciudad cosmopolita y barrio egocéntrico... constantes filmadas por mano exquisita, por un Duvivier en estado de -y lo reiteramos- de Gracia. La delicadeza del relato solo es posible por su formalización fílmica. Su belleza incuestionable -he aquí mi licencia ora crítica ora acrítica- sólo es posible por tal construcción cinematográfica, por tal capacidad de distribuir los espacios y el tiempo, así como el tiempo en función de los espacios y viceversa. Puesta en cuadro siempre atenta a la escénica: la magnífica Ballin, Gabin, incluso las idas y venidad estáticas de Gaston Modot, reafirman la belleza incólume de este filme fatal, de esta odisea sin viaje geográfico fatalista. Todo nace en Argel y todo muere en Argel. Duvivier prosigue con su elocuencia poética encerrándola empero no osificándola de un modo magistral.

Obra maestra luminosa del Cine, capaz de superar con creces el ansia estético-fetichista de las joyas: su valor no radica en su precio ni en su morfología, sino en la belleza que reafirma la institución femenina capaz de alcanzar una dama.

Arte bello incapaz de vacilar frente a él.

10.
Último Materialista
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