No busques profundidad psicológica en los personajes de una película que lleva por título -al igual que el popularísimo videojuego de lucha creado por John Tobias y Ed Boon- 'Mortal Kombat'. La única profundidad que vas a encontrar aquí -y también la única que te va a importar- es la de las heridas explícitas -sí, esta vez sí que se han despachado a gusto- provocadas por fatalities: o para los que no estamos iniciados en la rica etimología videojueguil, pegar hostias como panes... ¡o ráfagas de hielo!
Dos películas, una serie televisiva, cortos webserializados y, claro está, tropecientas entregas más tarde en su habitat virtual primigenio, la franquicia de lucha arrancaextremidades regresa a la pantalla cinematográfica con visos de provocar la resurrección de la franquicia así como de las propias salas de cine.
Lo que se dice un torneo, no hay, pese a que te pasarás casi toda la película oyéndoselo mencionar a sus héroes: Jessica McNamee ('Megalodon'), el Jimmy Olsen metrosexual de 'Supergirl' Mehcad Brooks y Ludi Lin ('Power Rangers'). El resto del reparto se nutre de un selecto puñado de artistas marciales: Hiroyuki Samada ('47 Ronin'), Lewis Tan ('Into the Badlands), Keith Cooke ('The King of the KickBoxers') o, como el nuevo SubZero, Joe Taslim ('The Swordsman').
Tadanobu Asano -el tipo cuya mandíbula se parecía a un pantalón con la bragueta de la cremallera rota en 'Ichi the Killer'- reemplaza a Christopher Lambert y James Remar en el tronador rol de Raiden.
'Mortal Kombat' (2021, Simon McQuoid) es justamente lo que Toby Emmerich, actual presidente de New Line, premonizó que conseguiría ofrecer: un entretenidísimo pasatiempo de acción y gore.
La batalla entre ninjas con superpoderes y hechiceros con paellas en la cabeza se ha reanudado. Y ahora sí, ya podéis tararear: 'tantantan tantantantan tantann mortaaal kombaaaat!!!'