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Antigua y Barbuda Antigua y Barbuda · Tu abuela es
Voto de Markman:
8
Ciencia ficción. Comedia. Fantástico. Aventuras Aunque a Marty McFly todavía le falta tiempo para asimilar el hecho de estar viviendo dentro de la familia perfecta gracias a su anterior viaje en el tiempo, no le queda ni espacio para respirar cuando su amigo Doc aparece de improviso con la máquina del tiempo (mucho más modernizada), e insta a que le acompañen él y su novia a viajar al futuro para solucionar un problema con la ley que tendrá uno de sus futuros hijos. En la tremenda ... [+]
4 de octubre de 2013
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
La segunda parte de las andanzas de Marty McFly y el chalado Doc Brown a bordo de la máquina del tiempo De Lorean corresponde a ese segundo acto oscuro clásico de otras trilogías millonarias de la época como Star Wars, Indiana Jones o la saga de videojuegos Monkey Island. La edulcorada comedia de enredo juvenil -con su cinismo oculto tras el mensaje de superación personal típico americano- pasa a ser una tétrica epopeya en pos de la salvación de la realidad tal y como la conocemos, con el malvado Biff Tannen alzándose como villano de altura en todas las realidades existentes. Pasamos de un utópico 2015 a un 1985 alternativo -verdadera distopía en el "presente"- al regreso al añorado 1955, que nos depara los momentos más mágicos y recordados de la trilogía.

La película gana enteros según avanza, resultando un gozo total para el espectador, debido al magistral uso de referencias casi auto-paródicas a la primera parte y situaciones recurrentes que demuestran que la saga es ya consciente de si misma y posee una rica mitología propia presente en toda corriente temporal o universo alternativo -el camión de estiercol, la fecha esencial de la tormenta de Hill Valley, el eterno "piensa McFly, piensa", el despertar de Marty tras quedar inconsciente, el monopatín, volador o no-, en una tendencia que continuaría en el último film de la saga -más flojo argumentalmente pero igual de divertido, y superior en emotividad y "mensaje"-. Rupturista y a la vez continuista, más de lo mismo pero mejor y más grande, y de paso te mostramos la otra cara de la moneda. Lección de como debe plantearse una secula.

El asombroso hallazgo argumental del almanaque deportivo -el mcguffin total- propicia un complejo y divertidísimo lío temporal dirigido con brío por Zemeckis al compás de las brillantes composiciones de Alan Silvestri -nunca un leit motiv fue tan bien empleado-. Recomendable para cualquier espectador e imprescindible para todo fan de la ciencia ficción y los films de aventuras de todos los tiempos. Buenísima.

La manida frase "ya no se hacen pelis como las de antes" cobra sentido aquí.
Markman
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