Se trata de una magnífica película que entretiene como pocas y que, a la vez, supone una de las mejores clases de cine que podemos recibir.
Con muy pocos elementos, Hitchcock confecciona el plato más sabroso que podáis degustar.
Entreteje tres tramas (un drama romántico, una misteriosa historia criminal y un relato político) con maestría, hace girar todo el suspense entorno a dos elementos simplísimos: una llave y una botella de vino y nos ofrece el más claro ejemplo de "mcguffin" que pueda verse.
Hay dos ingredientes que quisiera resaltar:
1.- La secuencia, clave en el desarrollo, en que Dev y Alicia se arrullan en el apartamento de ella (véanse la luz, la posición de ambos personajes y los encuadres) contrapuesta a la que se produce un poco después en el mismo lugar tras la entrevista de Dev con su superior.
2.- La frase de Alicia a propósito de los nacionalistas: "Les detesto. Son unos tipos que con una mano levantan la bandera mientras con la otra te vacían la cartera."
¿Hay alguien que pueda resistirse a caer rendidamente enamorado ante el personaje que crea Ingrid Bergman?
Lo dicho, tío Fred, no puede darse mayor maravilla con tanta sencillez.