*El conflicto social y el generacional

La ópera prima del realizador vasco David Pérez Sañudo, se presentó en la 68.ª edición del Festival de Cine de San Sebastián. Fue una de las grandes sorpresas de la Sección Premio Kutxabank-Nuev@s Director@s, obteniendo el Premio Irizar al Cine Vasco. La película Ane está basada en el corto homónimo del propio director rodado en 2018. También fue seleccionada en la II edición de La Incubadora de The Screen, consiguiendo también tres Premios Mafiz (Málaga Festival Industry Zone) del Festival de Málaga.

Este prometedor debut de David Pérez Sañudo, plantea un drama familiar en el contexto de la sociedad vasca de finales de la primera década del dos mil. Una época convulsa en el País Vasco, con los últimos coletazos de la banda terrorista ETA aún presentes y el trasfondo de la kale borroka de los jóvenes. Esa lucha callejera está enfocada aquí contra la instauración del tren de alta velocidad y la expropiación de viviendas en barrios humildes. Conflictos sociales y generacionales se mezclan en una película intimista que saca partido a su presupuesto reducido a través de una estupenda puesta en escena.

*La ausencia como presencia fantasmagórica

Sañudo se presenta en la película Ane como un director sensible e inteligente. Ofrece distintas soluciones visuales muy interesantes para desentrañar la psicología de sus personajes. El tema de la falta de comunicación es el eje que sirve para crear un paralelismo entre lo social y lo íntimo. Ane traza la historia de una búsqueda a través de los ojos de la protagonista, Patrícia López Arnaiz. La actriz vitoriana realiza un trabajo soberbio y muy creíble, en un personaje no especialmente simpático al inicio. Deberían caerle unos cuantos premios.

La búsqueda de su hija servirá como metáfora de la desconexión existente entre ellas, del desconocimiento que se tienen. Mientras los padres realizan sus pesquisas, irán aprendiendo a descubrir quién es su hija, más allá del concepto, aceptándola como una persona con sus dudas, errores e ideas propias. También les servirá para conocerse mejor así mismos. Será una indagación recíproca de una relación rota que paradójicamente cobrará más fuerza en la separación.

La película Ane profundiza en la ausencia como una presencia casi fantasmagórica. Esos planos de la madre desayunando en silencio frente a la silla vacía de su hija, son puro oro. La ausencia como vacío emocional y como necesidad vital para afrontar con valentía la realidad de la vida. Todos esos sentimientos tan profundos se abordan con gran sutileza, sin caer en la autocomplaciencia. Sañudo sabe como equilibrar las transiciones entre la acción interna y la externa. No estamos ante una película puramente contemplativa.

*Conclusión

La película Ane es la ópera prima de David Pérez Sañudo, donde se combina el drama familiar y el thriller, en el contexto social y político de un País Vasco convulso. Es una obra increíblemente madura que con una sencillez pasmosa es capaz de profundizar en sus personajes, sin olvidarse nunca de ese entorno. En ese sentido, creo que refleja muy bien la sociedad vasca de los últimos coletazos de ETA, con las nuevas generaciones dando rienda suelta a su rebeldía a través de la kale borroka, mientras los mayores intentaban pasar página a una época negra.

La falta de comunicación y la ausencia, son los temas capitales de esta exploración emocional de las heridas abiertas en una sociedad. No cae en el discurso adoctrinante y escoge el camino del thriller para desentrañar toda su amalgama de ideas. Hay drama, intriga y reflexión. Lo hace con una clarividencia absorbente mientras acompañamos a esa madre en la búsqueda de su hija. En ningún momento, decae el ritmo ni el interés. Esa madre está interpretada de manera prodigiosa por la actriz Patricia López Arnaiz, ojalá su trabajo sea recompensado con premios. Ane es una de las óperas primas más interesantes que ha dado el cine español en los últimos años.

Escrito por Daniel Farriol