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Voto de Cinemagavia:
5
Drama Asher es un antiguo miembro del Mossad que se ha convertido en asesino a sueldo, viviendo de manera austera en un Brookyn en perpetua transformación. Llegando al final de su carrera y quizá de su vida, Asher rompe una promesa que hizo de joven cuando conoce a Sophie en un trabajito que se tuerce. Para convertirse en el hombre que desea ser, no le quedará más remedio que matar al hombre que fue.
22 de marzo de 2019
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cenizas a las cenizas

Asher es el nombre que adopta el personaje protagonista de la película que interpreta templadamente Ron Perlman. Es un nombre que, tratándose de una película sobre un asesino a sueldo, no está exento de cierta belleza bucólica. Evoca paisajes grises, desgastados, traslúcidos y secos. Asher, como palabra, como concepto, me produce más sensaciones que la película que se tatúa con dicho nombre.

No me gustaría desagradar al posible público de Asher más de la cuenta. Es una película que comienza con una divertida imaginería que Ron Perlman acaba de perfilar con su carisma físico tan particular. Hay ciertas cosas que es imposible no otorgar a la película, pues consigue encontrar un ritmo, pausado pero no aburrido, que funciona magistralmente. También hay que reconocer varios aciertos del guion, que reinterpretan una historia cansada y típica con algunos detalles peculiares que otorgan personalidad a Asher.

No funcionan de igual modo los pequeños acercamientos al humor ni parte de la trama que ni es tan inspirada, ni está poblada de unos diálogos tan ingeniosos como cree tener. ¿Qué es lo más certero que se puede decir de Asher? Pues que no hay ninguna razón, más allá de disfrutar de Ron Perlman, para verla. Todo queda entre una creatividad tímida, que no trata de destacar demasiado, y una historia sobre un asesino a sueldo que redescubre el amor entre trabajo y trabajo. En ningún momento la trama avanzará más de lo debido, ni dará pasos en una dirección que no hubiésemos esperado. Asher sigue el manual, pese a que utilice unos pocos dulces para variar la receta.

Silenciadores que estornudan

Ya ha aparecido el nombre de Ron Perlman más veces en esta crítica y es que no es solamente el actor que encarna a Asher como personaje, es el que da vida a Asher como película. No quiero desmerecer el resto de un reparto que en ningún instante obstaculiza la cinta. Framke Janssen, realiza una muy buena actuación y las apariciones de Richard Dreyfuss son destacables aunque muy escasas; pero es Perlman el que inocula algo de alma a un producto tan falto de ella.

Es dolorosa la mediocridad de la película por la simple razón de que es difícil apuntar con el dedo y dar con el culpable. Aquí los testigos no lo tienen claro, las huellas están borrosas y los análisis de ADN no son concluyentes. Michael Caton-Jones, director de la película, no tiene una carrera ejemplar, pero es un realizador solvente. Lo demuestra una vez más con un juego de planos absolutamente sólidos, acompañados por una fotografía igual de consistente. El guion de Jay Zaretsky parece el principal culpable, aunque también es merecedor de algunas palmaditas por escenas aisladas. No hay ningún elemento escandaloso que derribe el trabajo de los demás, el grupo funcionó bien, todos hicieron su trabajo; pero nadie le aportó la jovialidad, el entusiasmo, que seguramente la película necesitaba.

Tal vez el mayor problema sea la falta de confianza que Asher tiene en sí misma. No se atreve a nada; no quiere ser una cinta dramática, ni cómica, ni romántica, ni de acción, ni siquiera levanta la mano de su bolsillo para dársela al thriller. La película se queda a contrapié de todas las opciones y no llega a culminar su cometido en ninguna. Asher deja una sensación agridulce, decepcionante pero no furiosa; es complicado enfadarse con la película, pero también lo es enamorarse de ella.

Conclusión

Asher es una película mediocre en el sentido menos negativo de la palabra, no es candidata a la hoguera sobre la que los críticos danzan, pero tampoco es el ingrediente para su caldero mágico. Es una criatura más, tímida, comedida, que no sorprenderá a nadie y que colmará las expectativas de aquellos que se conformen con ver a Ron Perlman ocupando la pantalla gigante con su ya de por sí descomunal rostro.

Escrito por Daniel González Fernández
https://cinemagavia.es/asher-pelicula-critica/
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