Una vez más, el maravilloso estudio Pixar nos deleita con otro de sus maravillosos cortos.

Este breve relato acompañaba a la divertida cinta de BICHOS (1.998), y en él nos encontramos con un simpático anciano que juega al ajedrez consigo mismo, algo que podría resultar tedioso, pero la estupenda imaginación de los creadores consigue hacerlo ameno y divertido, además de añadirle un par de sorpresas.

De nuevo el asombroso apartado técnico (estamos hablando del año '97) nos muestra cuanta destreza han adquirido desde trabajos anteriores, por ejemplo, en la creación de personajes humanos, máxime, en un anciano de exageradas y detalladas facciones. Es muy difícil dar más en tan poco tiempo. MUY RECOMENDABLE.