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Voto de Echanove:
6
5.5
2,425
Comedia
Justo Santos, actor de cabaret con gran talento para las imitaciones, recibe una millonaria oferta para protagonizar una película con el director de moda. Tanto él como su familia ven en ello una gran oportunidad para salir del anonimato y de los apuros económicos. Sin embargo, sus sueños de prosperidad se ven truncados cuando la noche antes de firmar el contrato, sucede algo inesperado. (FILMAFFINITY)
17 de enero de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amoral y despendolada comedia negra costumbrista que pese a las ciertas dudas que a uno el primer calificativo siempre le plantea cuando se trata de valorar una obra (qué le vamos a hacer, uno es así de rarito), no puede negarse que como producto cinematográfico funciona y es muy divertida.
Sabroso y Ayaso volvieron a demostrar como guionistas y directores un estupendo oído para retratar con muchísima gracia ambientes que conocían bien, gentes y personajes cotidianos cuyas vidas todos conocemos, si es que nuestra propia vida no es un poco así. Y posteriormente embutirlos en una trama que de lo que habla es, sobre todo, de la ambición y de si, en un momento determinado, el fin puede justificar los medios para prosperar en la vida.
De manera que si bien aquí lo personajes que encarnan Candela Peña y Pepón Nieto se ven envueltos en un asunto escabroso por casualidad y sin buscarlo (a diferencia de Barbara Stanwyck y Fred MacMurray en Perdición (Billy Wilder, 1944), que llevan a cabo un asesinato con premeditación y alevosía), terminarán basando su relación a partir de una situación sobrevenida no muy distante de la de aquel clásico hollywoodiense, Si bien, en tanto que “mujer fatal” y ambiciosa y compañero corrompido por aquella, no serán más que un distorsionado reflejo de aquellos personajes, ya que a fin de cuentas, por negra que sea, nos encontramos ante una comedia. Y lo mismo sucederá con el desarrollo de la trama, por lo demás con un punto de partida bastante distinto, y con la propia resolución de aquella.
Sigo en zona spoiler por si acaso.
Sabroso y Ayaso volvieron a demostrar como guionistas y directores un estupendo oído para retratar con muchísima gracia ambientes que conocían bien, gentes y personajes cotidianos cuyas vidas todos conocemos, si es que nuestra propia vida no es un poco así. Y posteriormente embutirlos en una trama que de lo que habla es, sobre todo, de la ambición y de si, en un momento determinado, el fin puede justificar los medios para prosperar en la vida.
De manera que si bien aquí lo personajes que encarnan Candela Peña y Pepón Nieto se ven envueltos en un asunto escabroso por casualidad y sin buscarlo (a diferencia de Barbara Stanwyck y Fred MacMurray en Perdición (Billy Wilder, 1944), que llevan a cabo un asesinato con premeditación y alevosía), terminarán basando su relación a partir de una situación sobrevenida no muy distante de la de aquel clásico hollywoodiense, Si bien, en tanto que “mujer fatal” y ambiciosa y compañero corrompido por aquella, no serán más que un distorsionado reflejo de aquellos personajes, ya que a fin de cuentas, por negra que sea, nos encontramos ante una comedia. Y lo mismo sucederá con el desarrollo de la trama, por lo demás con un punto de partida bastante distinto, y con la propia resolución de aquella.
Sigo en zona spoiler por si acaso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
No obstante, más allá del Macguffin (un muerto en la bañera) y del subtexto (la ambición) la mayor baza de esta comedia negra es precisamente su carácter costumbrista. Ayuda a que nos reconozcamos en la peli y es indisociable de su comicidad. Y es que la cinta no habla solo de un actor fracasado y su insatisfecha esposa que, cuando va a cambiar su suerte, se encuentran con que el portador de la buena estrella se les muere y deciden meterlo envuelto en hielo en una bañera. La peli habla también, y con muchísima gracia, de marujas de barrio que aprenden danza oriental, garitos de Lavapiés donde actúan monologuistas y travestis (estupenda Roberta Marrero), hindúes gays, cocina biológica frente a congelados, madres tan españolas como pesadas y encariñadas con sus hijos y hasta de cómo se puede ser políticamente incorrecto (magnífico Miguel Angel Egido) al hacer un chiste negro y machista para explicar el oficio de productor…
Y a mí, qué quieren que les diga, me gusta una película en la que se hable con humor y, repito, con tanto oído y acierto de todas esas cosas. Aunque, como es el caso, y alguien ha dicho con razón en alguna otra crítica, su resolución a través del accidente de la novia del muerto y el engaño a los forenses sea un tanto forzada e inverosímil. O que a algunos, como ya he dicho y ahora explico mejor, no nos agrade mucho esa mirada complaciente ante la ambigüedad moral que, por la vía de la celebración festiva con la voz en off de Pepón Nieto, se desprende de su negro happy end.
Y a mí, qué quieren que les diga, me gusta una película en la que se hable con humor y, repito, con tanto oído y acierto de todas esas cosas. Aunque, como es el caso, y alguien ha dicho con razón en alguna otra crítica, su resolución a través del accidente de la novia del muerto y el engaño a los forenses sea un tanto forzada e inverosímil. O que a algunos, como ya he dicho y ahora explico mejor, no nos agrade mucho esa mirada complaciente ante la ambigüedad moral que, por la vía de la celebración festiva con la voz en off de Pepón Nieto, se desprende de su negro happy end.