Insípido episodio final de la saga canónica de Sartana, con una trama tan alambicada como bobalicona y de bajo vuelo. A la inanidad contribuyen asimismo un guión pobretón y ramplón y una puesta en escena sin nada especial, pese a contar con unas cuantas secuencias de acción bien rodadas y de cierto impacto.

La música de Bruno Nicolai es asimismo destacable, y poco más se puede decir de un filme que, al igual que otros de la saga, se construye sobre la base de la búsqueda de un botín por una serie de personas que luchan todos contra todos y que no es más que un pretexto para la acción.

Muchos personajes, demasiados para que alguno destaque como antagonista del de Gianni Garko, dando la impresión de que Piero Lulli y Nieves Navarro están algo desaprovechados. Sobresale, no obstante, dentro del elenco, la labor de José Jaspe encarnando a un estrafalario general sudista renegado.

Rodada no en Almeria sino en Hoyo del Manzanares, la película podría ser recordada por alguna secuencia de cierto efecto, tal como la previa a los créditos, el tiroteo cruzado que debe afrontar Piero Lulli mediado el filme, todo lo del baño turco o la traca final.

Pero, pese a esos destellos, una película precisa de más empaque y profundidad de fondo para ser recordada.