Apasionado relato con la pretensión de ofrecernos una épica historia de cowboys, diligencias, "saloons",... y que ya de paso intenta hacer resurgir un género olvidado y masacrado como es el western.
Se ha acertado en no hacerla más pretenciosa de lo que ya es, y el director ha sabido llevar la película hasta donde realmente es efectiva: entretenimiento, dosis justas de drama, sin demasiados tópicos, acción bien repartida a lo largo de la película, y con un clímax que, sin dejar de estar cantado, es el que se merece y el acertado. Todo esto ha hecho posible obtener como resultado una película digna de disfrutar, de las que son más de lo que parecen a primera vista, y que el único pero que arrastra es el de tratarse de un remake. Pero como yo digo, si es para renovar la anterior versión, bienvenida sea, y esta nueva versión cumple en esta parcela.
No hay que olvidar del duelo interpretativo Crowe vs. Bale, sin duda dos de los mejores actores del momento. Quizá la batalla la gane el primero, pero ésto se debe a que el personaje de Bale no da más de sí, no está a la altura del de Rusell Crowe, que tiene muchos más matices y está mucho mejor elaborado. Aún así, los dos actores cumplen. Les secundan una serie de actores que realizan bien su labor, y que en ningún momento les roban protagonismo, excepto el hijo del personaje de Bale, una grata sorpresa.
Mis conclusiones por lo tanto son las siguientes:
Lo mejor: buen cine, ambicioso y muy entretenido; el duelo interpretativo; la banda sonora.
Lo peor: que llegue a los cines españoles con 1 año de retraso. ¡Un año! Esto debería ser delictivo.

Solo me queda por decir que os dejéis llevar por la propuesta de Mangold, y que difrutéis de un buen rato de cine de vaqueros clásico y a la vez renovado.