At 91 years old, Clint Eastwood is still going strong in front of and behind the camera with his latest movie, Cry Macho. The movie follows Eastwood's character, Mike, an elderly rodeo star on a mission to retrieve his employer's son, Rafo (Minett), from his alcoholic mother Leta (Urrejola) in Mexico and return him to the US. Though Eastwood's cinematography creates a beautiful, melancholy atmosphere, there isn't much else to admire in Cry Macho. The characters, aside from Natalia Traven's Marta, are uninteresting, and Eastwood is only passable when it comes to action scenes. His character being a sex symbol for women a third of his age is also strange. The movie's best moments come from Mike and Rafo's relationship, but the pursuit from Leta's goons is unengaging. Ultimately, Cry Macho is painfully average, and Eastwood's talents are better suited to being behind the camera. It's not bad, but it's also not great or memorable.
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A los 91 años, Clint Eastwood sigue fuerte delante y detrás de la cámara con su última película, Cry Macho. La película sigue al personaje de Eastwood, Mike, una anciana estrella del rodeo en una misión para recuperar al hijo de su empleador, Rafo (Minett), de manos de su madre alcohólica Leta (Urrejola) en México y devolverlo a los Estados Unidos. Aunque la cinematografía de Eastwood crea una atmósfera hermosa y melancólica, no hay mucho más que admirar en Cry Macho. Los personajes, aparte de Marta de Natalia Traven, no son interesantes, y Eastwood solo es aceptable cuando se trata de escenas de acción. También es extraño que su personaje sea un símbolo sexual para mujeres de un tercio de su edad. Los mejores momentos de la película provienen de la relación de Mike y Rafo, pero la persecución de los matones de Leta es poco interesante. En última instancia, Cry Macho es dolorosamente promedio, y los talentos de Eastwood se adaptan mejor a estar detrás de la cámara. No está mal, pero tampoco es genial ni memorable.