Creo que Clint Eastwood no podía haber puesto una banda sonora más apropiada para esta película en el ocaso de su carrera y de su vida que el himno inmortal de “Los Panchos” “Sabor a mi” y es que el viejo cowboy se ha convertido ya en una leyenda que pese a sus noventa y un años; dirige, produce y protagoniza su última película.

“Cry macho” es una película amable e incluso tontorrona, aunque mantiene la habitual socarronería del protagonista, así como las consabidas moralejas ejemplarizantes que caracterizan su cine como director. Es increíble la capacidad que tiene para describir las cosas con cuatro planos y dos secuencias, algo que levaría a muchos otros realizadores a farragosos diálogos y complejos tirabuzones cinematográficos para conseguir la mitad de lo que consigue Clint Eastwood con una toma.

No es de lo mejor de su cine, pero es una película sencilla, emotiva y agradable con el inconfundible sello de su autor, ahí es nada en los tiempos tan "churriguerescos" que corren.