En 2017 nos llegó por sorpresa la que puede denominarse y definirse como la mejor película sobre escualos rodara en los últimos años. Una película que jugaba muy bien sus bazas dándonos unas buenas dosis de tensión y terror en las profundidades del océano. Dado su inesperado éxito de taquilla y crítica no es de extrañar que su director Johannes Roberts apostara por ofrecernos una secuela, segunda parte que llega ahora a nuestra cartelera y que no solo conserva todos aquellos buenos factores e ingredientes de la película original si no que los incrementa y logra con ello un producto mas que digno y una magnifica secuela que aunque sus bases puedan parecer las mismas sabe muy bien como ofrecernos algo distinto y mas intenso todavía. Digamos que esta es uno de esos extraños casos en los que no se puede decir aquello de segundas partes nunca fueron buenas, esta lo es, y esta al mismo nivel o incluso superior a la película de 2017.

En primer lugar, me ha parecido todo un acierto el cambio de ubicación y de escenario, pasamos de las profundidades del océano a un laberinto de cuevas subacuático que si bien durante los primeros minutos de película se nos presenta como un paraíso bajo las aguas deseoso de ser explorado pronto se nos revela como una trampa mortal para los protagonistas de la cual será muy difícil o incluso imposible poder escapar.

En segundo lugar, me ha gustado que jueguen con el tema evolutivo de ese tiburón que acecha en ese lugar, no es el clásico tiburón que estamos acostumbrados a ver en este tipo de películas, aquí nos encontramos con un escualo con características físicas monstruosas que se rige única y exclusivamente por el sonido y eso da lugar a un muy buen puñado de tensas escenas que saben a provechar muy bien esa baza del guión.

En tercer lugar, las cuatro protagonistas están geniales, a destacar entre ellas a Corinne Foxx y Sistine Rose Stallone en sus respectivos papeles, las cuales se convierten inesperadamente en unas survival girls que deberán luchar y tomar difíciles decisiones si quieren salir de esa trampa mortal con vida.

En cuarto lugar los efectos especiales son fabulosos, desde el exótico y misterioso escenario que se nos presenta en el que se desarrolla la acción con ese sinfín de cuevas laberínticas hasta los efectos especiales de los tiburones, los cuales están recreados con un realismo inimaginable. La música es otra de las grandes bazas de esta película, pues se usa muy adecuadamente para incrementar la tensión en aquellas escenas que así lo requieren.

Si a todo esto le añadimos además un ritmo vertiginoso en el cual durante su hora y media de duración no paran de pasar cosas nos encontramos con un cóctel la mar de apetecible para ser disfrutado en una sala de cine.

También quiero indicar que al igual que en la película original aquí se enseñan a los tiburones lo justo y necesario, no se abusa de ellos y sus apariciones son las justas y necesarias, esto hace que durante todo el metraje estemos en constante tensión pues nunca sabemos por dónde va a aparecer el peligro. Y al igual que la primera los tiburones no son el único peligro, aquí como en la anterior película la falta de oxigeno es otro enemigo igual o incluso superior a los escualos, pero es que además añadimos algunos extras como derrumbes, corrientes marinas, etc que hacen la experiencia mas claustrofobica y agobiante si cabe.

La película también intenta en lo máximo de lo posible ser lo mas científicamente correcta como ya ocurría con la primera entrega, si bien se toman alguna licencia en pos de que la historia avance y se pueda desarrollar pero al menos se nos muestran a los tiburones no como monstruos psicópatas asesinos, si no como animales que solo hacen lo que tienen que hacer.

Aunque toda la película es un constante in crescendo de tensión quiero destacar su tramo final, unos últimos 15 o 20 minutos de autentica pesadilla en estado puro, que logran transmitir una tensión insoportable y unas grandes dosis de terror.

En definitiva, ojala hagan una tercera entrega por que si saben mantener el nivel de calidad de las dos primeras al menos por mi parte bienvenida será, ya hacía falta una saga de tiburones que tratase el tema con mas respeto y seriedad y que contase con un mínimo de calidad. Esta saga de A 47 Metros cuenta con todo ello. Mi nota final de un 8.5 sobre 10, misma nota que le dí a la primera película.

No os la perdáis por que la vais a disfrutar muchísimo, es un disfrute veraniego muy divertido, palabra de aragornn.