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España España · Murcia
Voto de Jabi:
8
Drama Biografía de Emiliano Zapata (1879-1919), famoso revolucionario mexicano que sublevó a todo el país contra el gobierno dictatorial del Presidente Porfirio Díaz. Kazan intenta mostrar cómo los líderes revolucionarios se corrompen en cuanto alcanzan el poder. El guión lo firma nada menos que el escritor John Steinbeck ("Las uvas de la ira", "Al este del edén"). (FILMAFFINITY)
5 de junio de 2011
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
A finales de 1910 (el 20 de noviembre) se inició en México la primera de las grandes revoluciones del siglo XX. 40 años después, con guión de John Steinbeck ("Las uvas de la ira" 1940 John Ford, "Náufragos" 1944 Alfred Hitchcock, "Al este del edén" 1955 Elia Kazan), "¡Viva Zapata!" le rindió homenaje en uno de los acercamientos más notables que hizo Hollywood al pensamiento libertario, denunciando la capacidad de corrupción del poder y la lucha del ser humano por conquistar la libertad y la justicia social. Steinbeck y Kazan lograron traspasar el género del biopic para incitarnos a pensar sobre el peligro de los personalismos (instrumento estratégico para que un pueblo delegue sus responsabilidades), la necesidad de la libertad de crítica (como forma de contracontrol sobre el poder), y la legitimidad y peligro del uso de la violencia. Kazan llegó a declarar que su intención con "¡Viva Zapata!" fue elaborar una metáfora de lo que había sucedido con los comunistas en la Unión Soviética y de cómo sus líderes llegaron a ser reaccionarios y represivos en lugar de avanzados y progresistas.

No obstante "¡Viva Zapata!" marcó un punto de inflexión en su filmografía ("Lazos humanos" 1945, "La barrera invisible" 1947, "Pánico en las calles" 1950, "Un tranvía llamado deseo" 1951) y en su vida personal. Ese mismo año, 1952, ante las presiones del Comité de Actividades Norteamericanas, se convirtió en delator de sus antiguos compañeros (fue miembro del partido comunista 19 meses, de 1934 a 1936, abandonándolo por su oposición al estalinismo). Nunca mostró arrepentimiento por este acto, e incluso ahondó en la justificación del mismo con sus dos siguientes títulos: "Fugitivos del terror rojo" (1953, el título lo dice todo), y "La ley del silencio" (1954), en la que Marlon Brando se convierte en delator policial de su familia mafiosa, la cual controla los astilleros (en la realidad en esos astilleros trabajaban muchos obreros comunistas con una importante presencia sindical). Su colaboración le permitió seguir en la industria a costa de truncar la carrera (y la vida) de sus viejos camaradas (John Garfield llegó a suicidarse), realizando, eso si, títulos ciertamente notables como la mencionada "La ley del silencio", la del siguiente año "Al este del edén" (1955), o "Esplendor en la hierba" en 1961; y sin olvidarse del cine social en títulos como "Un rostro en la multitud" (1957), "Rio salvaje" (1960), "América, América" (1963), o "Los visitantes" (1972); pero quedó estigmatizado hasta el final de sus días por sus compañeros de profesión.

Independientemente de la vida de su autor, viendo "¡Viva Zapata!", más de medio siglo después, no se puede negar la calidad de su conjunto, ni dejar de valorar en su justa medida la valentía de su mensaje, uno de los escasos ejemplos de cine crítico y de compromiso social de la meca del cine en tiempos de guerra fría.
Jabi
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