El Día del Chacal es una película maravillosamente bien lograda. Una historia contada con elegancia y sobriedad de ritmo trepidante, no hay pausa, su duración no se siente en ningún momento, al admirarnos de un algoritmo cinematográfico tan bien realizado. Extraordinaria dirección de Fred Zinnemann, una musicalización muy adecuada en todo momento, recurriendo incluso a largos silencios de tensión. Una enorme actuación de Edward Fox, el cual realmente fue "El Chacal" durante la película. Sentimientos encontrados de admiración por un personaje así y a la vez temor por su maligna frialdad. Una película que enaltece el arte de hacer cine y que seguramente nunca se olvida.