Un hallazgo este film, que en Argentina no tuvo gran repercusión, mostrando el derrotero de un hombre al que le quedan pocas semanas de vida en búsqueda de una familia sustituta para su pequeño hijo. Así junto a los dos personajes principales el espectador es parte no solo de esa incesante y a veces infructuosa búsqueda sino también de esos últimos días de un padre que intentará pasar el mas tiempo posible con su hijo. Por supuesto lo asolarán, no solo su malestar físico, sino preguntas que por supuesto nadie puede dar respuesta, solo su intuición hará posible el bienestar de su pequeño, sin importar tanto lo material sino el amor que pueda darle la persona elegida. Dentro de los puntos positivos debo decir que no tiene golpes bajos, de ningún tipo, el director prefirió contar la historia de una manera lo menos lagrimógena posible, cosa que en lo personal le agradezco ya que se prestaba a ello. Como negativo debo decir que es algo lenta y a mi, mas allá de empatizar con los dos personajes, como no hacerlo, no me conmovió, pero solo es una apreciación personal que para nada desmerece el film. Dentro de las actuaciones el dúo principal es notable James Norton muestra humanamente su desconcierto y desesperación al mismo tiempo que su notorio desmejoramiento físico de una manera realmente perfecta. En cuanto al niño Daniel Lamont, muy pequeño, pero logra en pocas palabras y con gestos transmitir la confusión y vorágine de cosas que le pasan en su cabeza. Para ver.